Sevilla
La visita pesada
En su tardía y dubitativa ¿justificación? del famoso viaje turco, Alfredo Sánchez Monteseirín alegó que no había «nada oscuro ni oculto». Él sabrá, pero desde luego si algo no ha sido es claro ni público. Tal vez, seguramente, no hubiera nada ilegal, aunque sí ha quedado demostrado que, o bien el alcalde miente o es la clásica visita pesada y maleducada, ésa que nunca encuentra el momento para marcharse y se toma al pie de la letra la frase hecha de «como si estuvieras en tu casa». Y uno casi no sabe qué es peor. Porque nadie se cree que la intención del desplazamiento fuera vender un software y encima corriera con los gastos el posible comprador. Es como si quisieras desprenderte de tu baqueteado Ford Fiesta y el incauto de turno te costee un fin de semana en la playa mientras él prueba el coche. Y si la invitación turca fue de cortesía y Monteseirín y Marchena aprovecharon que el Bósforo pasa por Estambul para exportar el Aqua WS, peor me lo pones. ¿Imaginan que convidan a comer a alguien a su casa y a los postres el tío intenta «encalomarles» una enciclopedia? El caso es que Sevilla está sin Presupuesto cuando el calor ya aprieta y el alcalde se coge unos días de asuntos propios para un asunto que se antoja impropio. Puestos a buscar excusas absurdas, ya podría haber dicho que fue a llevarle a Erdogan el famoso zapato como recuerdo.
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