Cuatro en la cuerda floja

Madrid- Con el nombre del campeón decidido, la Liga mira hacia abajo en las dos últimas jornadas. Los focos dejan la lucha por el título para centrarse en una mucho más dramática, porque la derrota significa el desastre de dejar la élite y penar en el «infierno» de la Segunda División. Allí ya está el Racing, que hace meses empezó a dejarse llevar hacia el pozo y la pasada jornada certificó su descenso.

Por encima de los cántabros, cuatro equipos siguen luchando sin poder pensar todavía en las vacaciones. Unos lo tienen casi todo perdido y otros, casi hecho, pero las últimas temporadas han demostrado que el descenso es algo caprichoso y que puede provocar desenlaces de lo más inesperado.

ZARAGOZA: SE PUEDE
Es el lema que se ha instalado últimamente en La Romareda y va dando resultado. Los maños han ganado los dos últimos partidos y han vuelto a la vida cuando parecían perdidos. Siguen sin depender de sí mismos para quedarse en Primera, pero la inercia favorable que llevan les hace ser casi más optimistas que los que tienen por encima. El calendario (Racing y Getafe) está de su parte y no renuncian a nada. Necesitan ganarlo todo y esperar que los empates múltiples les favorezcan, aunque con cuatro de los seis puntos podrían empezar a hacer cuentas. Manolo Jiménez tiene varias bajas, ante las que reconoció que «habrá que inventar algo». «Se trata de arriesgar», dijo antes de la enésima final de los suyos.
Para el Sporting, que se mide a un Betis con todo hecho, la cosa está mucho más negra y aunque algunas opciones matemáticas le mantienen con vida, necesita un milagro. Si el Rayo suma un único punto, su crédito se habrá terminado definitivamente.

VILLARREAL: CON FE
Después de ganar al Sporting, los amarillos respiraron. Su situación es de las mejores de los implicados en el descenso, pero les queda un poco para completar el trabajo. Un triunfo en Mestalla o simplemente imitar el resultado del Zaragoza le dan la permanencia en Primera a un equipo que ha sabido luchar en unas «latitudes» a las que no estaba acostumbrado. «El equipo tiene muchísima confianza ahora mismo. Esa es la clave. Los jugadores saben de su potencial y eso es muy importante en este momento», decía Miguel Ángel Lotina, a punto de cumplir el objetivo para el que llegó.

RAYO: VIABILIDAD
Los madrileños coquetearon con los puestos europeos durante muchas jornadas y su fútbol era un ejemplo para el resto. Se atrevieron a tutear al Real Madrid, al que sólo un taconazo imposible de Cristiano le salvó de caer en Vallecas. Cuando todo parecía perfecto, el asunto se fue complicando y los franjirrojos se han plantado en los dos últimos partidos con malas vibraciones y un calendario no precisamente favorable (Sevilla y Granada). «Hay que salvar la categoría, la viabilidad del club pasa por ahí», decía Sandoval, que no piensa en otra cosa que en el choque de hoy en el Pizjuán. El Rayo necesita cuatro puntos de los seis que quedan para no pensar en otra cosa que seguir en la élite. Tres podrían no ser suficiente en un triple empate con el Villarreal de por medio.
Justo por encima de los rayistas aparece el Granada, el último implicado, que no se fía de la fiesta del Real Madrid: «Son insaciables, lo quieren ganar todo», avisa Abel. Dos puntos permitirán a los granadinos cerrar la temporada.