Algeciras
Primer día en Soto del Real
Los «yihadistas», imputados por pertenencia a banda terrorista y tenencia de explosivos. El juez ordenó prisión incomunicada durante varias horas
Madrid- «Ahmad Avar», cuyo nombre real era Eldar Magomedov, uno de los máximos responsables «militares» de Al Qaeda para Europa, se encuentra ya en la prisión madrileña de Soto del Real. Muhamed Ankari Adamov, el otro presunto terrorista «yihadista» checheno detenido el viernes –y enviado a prisión por el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el domingo–, se encuentra también recluido en Soto del Real, al igual que el turco Cenzig Yalcin, que llegó a estar incomunicado durante varias horas.
Magomedov, que también utilizaba el alias de «Muslim Dost», un ruso de origen checheno que ha pertenecido a unidades especiales de la antigua Unión Soviética, llegó a convertirse en instructor antes de incorporarse de pleno a la guerra de Afganistán.
Los servicios secretos occidentales le consideraban uno de los elementos más peligrosos de que disponía Al Qaeda en este momento: domina las técnicas del coche bomba, atentados con aviones y en trenes o metro, acciones suicidas con cinturones cargados de explosivos y un largo etcétera.
Él fue, junto con Muhamed Ankari, uno de los que opusieron más resistencia cuando los GEO detuvieron a ambos en Almuradiel (Ciudad Real) de viaje hacia Francia tras visitar al tercer implicado, Cenzig Yalcin, en La Línea de la Concepción (Cádiz). «Berreaba y embestía como un toro», relataron testigos presenciales del encuentro en la localidad manchega con los agentes del Grupo de Operaciones Especiales.
Los investigadores sospechan que los tres presuntos miembros de Al Qaeda planeaban atentar contra un centro comercial situado en Algeciras.
Según la hipótesis de los investigadores, los tres presuntos terroristas podrían haber estado planeando arrojar un artefacto sobre el centro comercial desde un avión de aeromodelismo, de dos metros de envergadura y con capacidad para portar hasta un kilo de explosivo.
Yalcin alegó ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz –quien ordenó su ingreso en prisión el viernes pasado por tenencia de explosivos con fines terroristas– que residía de manera legal desde hace siete años en Gibraltar, donde trabajaba como ingeniero en una empresa de construcción. También reconoció que poseía tres aviones de aeromodelismo, de distintos tamaños, aunque lo justificó en la afición de su hijo por este pasatiempo.
Asimismo, las suposiciones de los investigadores se fundamentan en el análisis de un vídeo incautado a Yalcin en el domicilio de su mujer en La Línea de la Concepción, donde fue arrestado y en el que se aprecia uno de los ensayos de vuelo con uno de esos aparatos.
Precisamente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido una pericial sobre las voces que se oyen en la grabación para determinar si se corresponden con la de alguno de los tres arrestados.
En el auto en el que el domingo ordenó prisión incondicional para los dos chechenos, Ruz, que les imputa pertenencia a banda terrorista y tenencia de explosivos, aludía al hallazgo de un «artefacto explosivo» de «grave potencialidad lesiva» en el chalé de la localidad gaditana, según el informe aportado por los TEDAX. Dicho artefacto estaba compuesto por alrededor de 100 gramos de pólvora introducida en un recipiente de cristal y, según las mismas fuentes, estaba listo para ser utilizado, aunque no disponía de mecha.
Ruz envió el domingo a prisión a los dos chechenos tras haberles prorrogado 48 horas su arresto el viernes hasta conocer el resultado de nuevas diligencias de investigación. Mientras, ambos comparten instalaciones penitenciarias con su compañero de nacionalidad turca.
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