Europa

Barcelona

Six points

La Razón
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Cuando Eurovisión hizo furor, la tele privada ni siquiera era un embrión. El atractivo de aquella noche del sábado era elevar al Olimpo, desde el sofá de casa, inflamados de patriotismo, a Julio Iglesias, Karina, Massiel, Salomé, Mocedades, Jaime Morey o Betty Misiego. Atendíamos a las votaciones y nos familiarizábamos con el inglés y el francés de la atractiva presentadora de turno, nunca más allá de las puntuaciones,: «Yunaitid kindon, zri points; guaion uní, trua puants».
 En aquella época, el Madrid era el representante más regular, por fiable, del fútbol español en Europa, pese a tener que esperar al plasma para reanudar con éxito la carrera continental. En el torneo doméstico dominaba, no abrumaba, aunque competía con más rivales. La Liga no estaba vista para sentencia antes de empezar; no era cosa de dos, ni Eurovisión coto privado de Sandie Shaw y sus paisanos.
Si hoy nos basamos en la distancia que hay entre el primero y el segundo –seis puntos, «six points», «sis puants»– y analizamos el fútbol de uno y otro podría decirse, a 25 partidos para el final, que el Madrid va a terminar con la supremacía del Barcelona. Es precipitado, ¿verdad?; pero plausible. En el Camp Nou los números del Barça son fabulosos; fuera, meridianamente mejorables. Si busca en el baúl de los recuerdos inmediatos seguro que cualquier tiempo pasado le parece mejor. Afirma Cruyff, el oráculo azulgrana, que aún lucha por todos los títulos. Cierto. La diferencia esta temporada es que el Madrid oposita con más fuerza, más fútbol y mayor convicción. Uuu.