El aburrimiento y esas cosas por Benito Floro

La Selección juega su ataque basándose en un rondo casi perfecto mediante una posesión que anula el acoso rival. Intencionadamente, busca encontrar un error del adversario, bien con un desmarque a su espalda, bien por un desequilibrio originado por jugadores rápidos y habilidosos, como Iniesta, Silva, Navas... De paso, además de cansar al contrario, que siempre está corriendo detrás del balón, se cansa menos.

Dado que la mayoría de los adversarios son poco inteligentes tácticamente, ya que el acoso deberían iniciarlo antes de que empiece el rondo, es el repliegue de éstos y su pasividad, provocada por la impotencia de robar el balón, lo que produce, por momentos, el razonable aburrimiento de una parte de espectadores.

Dos cosas serían necesarias para que los partidos contra España fuesen menos «aburridos». Los rivales deberían hacer un acoso más inteligente, anticiparse al pase y acosar con decisión. España debería buscar un poco más crear la jugada del dos contra uno por la banda –«abrelatas»– porque, con su calidad, cuando el rival intentase evitarla por una de ellas, el cambio a la otra daría un ritmo superior al partido. Como España hace perfecta la otra jugada peligrosa –la «tijera» de la que hablé en el anterior artículo– que enlaza con la anterior, eso sería el no va más.

Con el debido respeto a la siempre pilla y profesional Italia, creo que Alemania, Portugal y España son las selecciones que más calidad atesoran. Portugal tiene buena defensa, agresividad, carácter y calidad, sobre todo al contraataque. Debe preocupar el remate de cabeza de Cristiano –un clásico 9–, además de su conocida velocidad si le dejan espacios.