
Estados Unidos
«Ben Laden me regaló un conejo» dice un niño en Abbottabad
Una vez muerto el fundador y líder principal de Al Qaida, Osama Ben Laden, en el acomodado barrio paquistaní de Abbottabad, los vecinos comienzan a atar cabos sobre el extraño comportamiento de quienes habitaban la vivienda en la que según han revelado los servicios de inteligencia de Estados Unidos, vivió el terrorista entre los últimos cinco o seis años.

La noticia cogió por sorpresa a todos los residentes del lugar y al mundo, porque siempre desde el FBI pasando por la CIA y los servicios secretos de Pakistán, se decía que Ben Laden vivía bajo extremas medidas de seguridad en las cuevas de Tora Bora, una cadena montañosa entre los límites de Afganistán y Pakistán.
Sin embargo, resultó lo contrario: el hombre más buscado del mundo por la seguridad estadounidense residía aislado en una mansión a la que sólo accedía su círculo más íntimo, integrado por varias esposas (al parecer cuatro), hijos y hermanos, que se encargaban de comprar los alimentos en las tiendas de Abbottabad e impedían a los curiosos acercarse al lugar, ya que siempre vigilaban hasta por una cámara la única puerta de acceso a la vivienda.
El vecino que habita justo al frente de la casa atacada el domingo, Abdulá Jan, nombre ficticio que proporciona ante posibles represalias, cuenta que conoció a un hombre llamado Tariq. Sacando cuentas explica que tiene un parecido con Ben Laden y cree incluso que pudiera ser uno de los hijos, joven que además siempre le dijo que eran pashtunes paquistaníes. «Nos dijeron que venían de Peshawar y trabajan en el cambio de divisas, pero ahora que lo pienso hay cosas que no cuadran», rememora Jan.
Otro testimonio recogido por la BBC es el de un niño de 12 años, Zarar Amhed, quien aseguró que iba con frecuencia a la casa de Ben Laden. «Me regalaron un conejo», mencionó y agregó que el terrorista tenía dos esposas, «una de ellas hablaba árabe y la otra urdu. Tenían tres hijos, una chica y dos chicos». Otros vecinos dijeron que a la casa entraban vehículos todoterreno grandes y coches de lujo, pero nunca creyeron que en el interior habitaran extranjeros. Abdulá Jan cree que Ben Laden se habría casado con una pashtún para no levantar sospechas.
En la mansión, que estaba rodeada de máximas medidas de seguridad, había vacas y pollos en uno de los patios. De la residencia, por lo general, uno o dos hombres salían a comprar entre seis y siete piezas de pan en la tienda de Mohamed Asif, situada a 100 metros de la Academia Militar de la zona. Para este panadero la idea de haberle hecho pan a Ben Laden es motivo de orgullo. «Es un héroe que ha desafiado a Estados Unidos. Les contaré a mis nietos que no fue nuestro ejército el que lo atacó, sino los norteamericanos», subrayó Asif.
En la misma línea pero más incrédulo se mostró el taxista Mohammad Bashir ,quien transporta en su coche a muchos habitantes de Abbottabad. «No lo creo, para mí esto es falso. En los próximos días aparecerá Osama Ben Laden y saldrá con una declaración de que está vivo», concluyó.
18 personas vivían en la casa
Una fuente del Servicio de Inteligencia de Pakistán (ISI) dijo que después de la «operación Gerónimo» que acabó con la vida de Osama Ben Laden, se contabilizaron en la mansión al menos 18 personas. De este número, por lo menos se llevaron vivo y esposado a uno de los hijos del terrorista, así como entre ocho y nueve niños, que no eran hijos suyos. Contradiciendo los datos de la inteligencia de Estados Unidos, una esposa yemení del abatido aseguró que se habían mudado hace pocos meses a la residencia. La fuente también explicó que una de las hijas de Ben Laden, de entre 12 y 13 años, vio como las fuerzas especiales de EE UU acabaron con la vida de su padre.
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