Barcelona

Mas fijará el criterio del Govern en sucesiones para evitar más disputas

La sombra del aturullado tripartito planeó ayer durante toda la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consell Executiu. Los socios de CiU habían puesto en evidencia el lunes sus discrepancias sobre la eliminación – total (Unió) o parcial (Convergència)– del impuesto de sucesiones y el portavoz del Govern, Francesc Homs, compareció con la complicada misión de abordar las contradicciones del Ejecutivo.

Imagen del Consell Executiu reunido ayer en el Palau de la Generalitat
Imagen del Consell Executiu reunido ayer en el Palau de la Generalitatlarazon

Homs optó por la estrategia de soslayar todas las preguntas con el pretexto de que será el propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien explique «con pelos y señales» la eliminación –será parcial– del impuesto de sucesiones. Lo hará cuando el departamento de Economía tenga a punto el proyecto en un plazo de «dos o tres semanas».

Hasta en diez ocasiones intentaron los periodistas que Homs clarificara el criterio del Govern sobre este tributo que CiU prometió en campaña suprimir «con carácter inmediato». Pero el portavoz no puso nada en claro. Se limitó a reiterar lo dicho por Mas el lunes –las condiciones para los herederos en Cataluña serán iguales «o mejores» que en Madrid y la Comunidad Valenciana– y a emplazar a todos los informadores a las explicaciones de Mas.

El portavoz también tuvo que comentar las declaraciones matinales del portavoz de CiU en el Congreso y líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que admitió los fallos de los nacionalistas en todo este asunto. Duran reconoció que no habían sido «hábiles en términos de comunicación» y que habían podido «despistar al electorado en las últimas horas». El líder de Unió, no obstante, también comprometió el apoyo de su partido al proyecto de Economía y Homs se quedó con esta última parte de sus palabras.

 Unió quiso pasar página de la polémica después de sentirse contrariada el lunes al conocer mediante la prensa los planes del Govern por boca de su secretario, Germà Gordó. La intención es dejar en vigor el gravamen para herencias entre familiares de tercer grado (tíos y sobrinos), lo que permitirá a la Generalitat asegurarse una recaudación aproximada de 120 millones de euros anuales.

Mas confirmó ayer que la supresión del impuesto de sucesiones no se materializará de forma total ahora. «Lo que no podemos hacer es la eliminación total y absoluta de golpe. Los compromisos electorales son para cuatro años, lógicamente, no para los primeros cuatro meses», se justificó en la Cadena Ser.

Lo cierto es que la Generalitat no se puede permitir ahora prescindir de 120 millones de euros anuales de recursos en un momento en que las finanzas públicas pasan por un momento delicado. El presidente, por tanto, olvidó que el programa electoral de CiU prometía la supresión «con carácter inmediato».

La oposición no ha dejado pasar la ocasión de denunciar «el caos» y «la marcha atrás» que ha protagonizado el Govern de CiU. El más irónico fue Joan Herrera, de ICV: «Me hace gracia que aquellos que criticaban tanto... ¿cómo le llamaban al Govern d'Entesa, un tripartito? Pues ahora reconozcan que están en un bipartito».