Sao Paulo

Comisión de la ONU alerta de la «escalada brutal» de la violencia en Siria

El presidente de la comisión independiente establecida por la ONU para investigar crímenes en Siria, Paulo Sergio Pinheiro, alertó hoy de la "escalada brutal"de la violencia en el país árabe por "ambos bandos"y de la presencia "inquietante"de radicales islámicos con "agenda propia".

Pinheiro, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Sao Paulo, explicó que tanto las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, como los grupos rebeldes "están cometiendo crímenes de guerra"y que el derecho internacional no se está respetando.
A juicio de Pinheiro, que encabeza la comisión auspiciada a finales de 2011 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, está "absolutamente claro"que la principal víctima de la guerra es la población civil.
Además, dijo que se observa la presencia de grupos radicales que tienen "una presencia oportunista"en el conflicto y cuya procedencia se amplía a unos once estados no sólo vecinos sino también de Europa e incluso más lejos.
Y precisó que algunos de esos grupos apoyan al bando rebelde mientras que otros "luchan de forma aislada"por sus propios intereses, por lo que, recalcó, "ese es el peligro".
Pinheiro situó entre 200.000 y 250.000 el número de refugiados registrados, aunque consideró que la cifra es superior, pero no pudo ofrecer un número de muertos en el conflicto.
Asimismo descartó cualquier posibilidad de fin del conflicto por la vía militar; rechazó la intervención extranjera como solución y abogó por la negociación política y diplomática como la única salida posible.
Además dijo que ambos bandos mantienen "la ilusión"de que se proclamarán vencedores del conflicto, algo que para el experto carece de realismo.
"Es una ilusión. Nadie va a ganar. Va a continuar esa carnicería y destrucción de la población civil", declaró Pinheiro, quien no quiso aventurar una fecha para el fin del conflicto sirio, que ya dura 20 meses.
En opinión de Pinheiro, una de las dificultades principales reside en que el conflicto de Siria, a pesar de no ser internacional, está siendo "intensamente internacionalizado"debido al apoyo que varios estados, que omitió citar, están ofreciendo al gobierno o a los rebeldes para financiar la compra de armas.
"Eso crea dificultades enormes para alcanzar una solución", razonó.
También alertó de que la contienda está adquiriendo "contornos sectarios"y que la guerra civil ha dejado de ser un enfrentamiento contra un gobierno autoritario y en favor de la democracia.
En su opinión, se han añadido "progresivamente otros ingredientes"al conflicto, un hecho que calificó de "extremadamente preocupante", y advirtió de que cuanto más tiempo se pierda en el proceso de negociación "peor"será el futuro político de Siria.