Lisboa

El Papa: «Los ataques a la Iglesia son fruto de nuestros pecados»

El Papa emprendió hoy viaje desde Roma a Lisboa, primera etapa de su viaje a Portugal, que le llevará también al santuario mariano de Fátima y a Oporto, en el norte del país.

El papa Benedicto XVI dijo hoy que el sufrimiento de la Iglesia viene de su interior, de los pecados que existen en la misma "hoy lo vemos de un modo realmente terrible", no de sus enemigos de fuera.El Pontífice aseguró que el mensaje de Fátima tiene un "valor eterno", que es un llamamiento a la conversión y a la penitencia y que la novedad que podemos descubrir hoy en él es que no sólo desde fuera llegan los ataques a la Iglesia y al Papa, sino también desde su interior. El Papa afirmó que los pecados de la Iglesia "hoy los vemos de un modo realmente terrible"."La mayor persecución de la Iglesia no viene de enemigos de fuera, nace del pecado de la Iglesia. La Iglesia tiene una profunda necesidad de aprender la penitencia, de aceptar la purificación, de aprender el perdón y la necesidad de justicia", aseguró Benedicto XVI a los periodistas que le acompañaban en el vuelo hacia Lisboa primera etapa de su viaje a Portugal, donde visitará también Fátima y Oporto.Benedicto XVI afirmó que "aunque el mal ataca, el bien siempre está presente, Cristo es más fuerte que el mal y la Virgen es la garantía materna, la bondad de Dios tiene la última palabra en la historia".El Pontífice respondió de esta manera a las preguntas de los periodistas de si el significado del mensaje de Fátima se refería en su Tercer Secreto al atentado que sufrió Juan Pablo II en la plaza de San Pedro del Vaticano en 1981 y a los sufrimientos que la Iglesia atraviesa por los casos de abusos sexuales por parte de curas y clérigos.El Papa subrayó que el mensaje de Fátima es para todos y no para unos pocos y que la visión del sufrimiento del Papa se personifica en Juan Pablo II cuando sufrió el atentado, aunque también el Tercer Secreto se refiere a otros sufrimientos de la Iglesia.A este respecto, Benedicto XVI manifestó que "el Señor siempre nos ha dicho que la Iglesia sufrirá aunque de manera diferente hasta el final del mundo".Lo importante, según Benedicto XVI, es que el Tercer Secreto es "eterno"es un mensaje que vale para todos los tiempos, para todos los sufrimientos de la Iglesia y para todos los Papas.A este respecto -agregó-, la Iglesia sufrirá siempre, aunque de diferentes maneras hasta el final de los tiempos.Esta es la gran novedad que Benedicto XVI ha introducido en este secreto que él mismo se encargó de desvelar e interpretar en junio de 2000, cuando fue revelado durante la visita de Juan Pablo II a Fátima para beatificar a los pastorcillos Francisco y Jacinta.El Papa insistió en que el mensaje es un llamamiento a la conversión, a la penitencia y a la plegaria.También se le preguntó sobre la secularización, que aseguró "es normal"y que el gran desafío actual es unir fe y razón.Sobre la crisis económica insistió en que no se puede olvidar el componente ético y comentó que se vive en un puro pragmatismo económico que prescinde de la realidad del hombre y que no dará frutos, sino que creará problemas. Visita de cuatro díasEl papa Benedicto XVI llegó hoy al aeropuerto internacional de Lisboa, al comienzo de su visita de cuatro días a Portugal.

El presidente de la República de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, el primer ministro, José Sócrates, y los responsables de los poderes legislativo y judicial, entre otras autoridades, acudieron al aeropuerto a recibir al Pontífice.

La visita de Benedicto XVI a Portugal está centrada en las conmemoraciones del aniversario de las apariciones de Fátima e incluye varias misas en espacios abiertos que se prevén multitudinarias.

El Pontífice va acompañado del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone; del Sustituto ("número tres"del vaticano) de la Secretaría de Estado, Fernando Filoni, y de miembros de ese departamento.

También viajan el cardenal portugués José Saraiva Martins, prefecto emérito de la Congregación para la Causa de los Santos y el arzobispo, también portugués, Manuel Monteiro de Castro, secretario de la Congregación para los Obispos y secretario del Colegio Cardenalicio, que fue nuncio en España.

Asimismo le acompañan el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini; el médico personal de Benedicto XVI, Patrizio Polisca; el organizador de los viajes papales, Alberto Gasbarri, miembros de la seguridad del Vaticano y medio centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.

Este es el décimo quinto viaje internacional del Pontífice, de 83 años, y el noveno que realiza a un país europeo.

El Obispo de Roma estuvo en Fátima en 1996 cuando era el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Benedicto XVI es el tercer Papa que viaja a Portugal, tras Pablo VI que lo hizo en 1967 y Juan Pablo II, que lo hizo en tres ocasiones, en mayo de 1982, un año después del atentado que sufrió a manos del turco Ali Agca en la plaza de San Pedro del Vaticano, en mayo de 1991 y en mayo de 2000, para beatificar a los pastorcillos Jacinta y Francisco, dos de los tres videntes de Fátima.