Ciclismo

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A Sastre se le caen 37 segundos

El ciclista de Cervélo se vio afectado por una caída en los últimos kilómetros. Farrar gana la etapa y Cadel Evans es el nuevo líder . 

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Cuando Tyler Farrar levantaba los brazos como ganador de la etapa, Carlos Sastre apretaba los dientes para recuperar el tiempo perdido en una caída. Una más de todas las que hubo ayer. Por los nervios, por las prisas o porque nadie avisó a los ciclistas de los pivotes que bordeaban la carretera. El español estaba bien acompañado, rodeado por otros de los favoritos, que tuvieron la misma suerte que él y llegaron a 37 segundos del ganador. Como Wiggins, el primer líder de la carrera, o Damiano Cunego, al que el coche de su equipo ayudó a integrarse en el segundo grupo. El italiano se había quedado descolgado en una caída anterior y fue la que se produjo a siete kilómetros de meta la que le permitió, al menos, enganchar con el pequeño pelotón que se había quedado atrás.Por delante, Farrar aumentaba el ritmo en los últimos metros para ganar la etapa al esprint por delante de Petacchi y Greipel, sus dos mayores enemigos. Aunque entre los favoritos encontraron un hueco Harley, el australiano del Columbia, y Sabatini.Cadel Evans sonreía, dentro de sus posibilidades. El australiano, que llegó con Basso y Vinokourov en el primer grupo, es el nuevo líder de la carrera.«Ha sido una pena, porque he estado siempre bien colocado, intentando evitar verme implicado en las muchas caídas que se han producido. Pero a falta de siete kilómetros para meta, ha habido una justo en la parte delantera del pelotón, en la que me he visto involucrado», explicaba Sastre después de la carrera. La bicicleta quedó bastante castigada por el golpe, pero pudo arreglarla y unirse al grupo en el que marchaba Wiggins. «El equipo ha estado al cien por cien conmigo, hemos conseguido coger al segundo grupo, el de Wiggins, y ceder lo menos posible para no perder las opciones en este Giro», agregó.«Ha sido una etapa movidita y de mucho estrés. Se ha rodado muy rápido, con muchos cruces y giros, con muchas isletas, un montón de tramos peligrosos en los que había que estar siempre delante», aseguró. El ganador del Tour de 2008 se quejaba en la meta de la espalda. Consecuencias de la caída.