FC Barcelona

F.C. Barcelona

Satisfacción e indignación

La vida sigue igual. Piensa Mourinho, aunque por ahora se lo calla. Fue Karanka el que toreó en sala de prensa la indignación, «el sabor agridulce», las tres directrices que el portugués le dio para analizar el partido. La principal: «Parece que hay cosas que no cambian». Hasta dos veces lo dijo. Cuando se le inquirió a qué se refería, si al arbitraje, no dio más explicaciones. Sobraban, se sobrentendía. «Ya lo he repetido dos veces, no lo voy a decir más», explicó el segundo.

Messi e Higuaín se fueron abrazados. El otro argentino, Mascherano contempla la escena
Messi e Higuaín se fueron abrazados. El otro argentino, Mascherano contempla la escenalarazon

La segunda: «Que este equipo ha demostrado que está mejor que el de la temporada pasada». Y la tercera: «Contentos por constatar que el nivel de juego es una secuencia del buen trabajo de pretemporada, aunque apenados por no conseguir una victoria que quizá hayamos merecido».

El discurso de los jugadores fue el mismo que el de «Mou» y el de Karanka. Salieron a la zona mixta y repitieron las mismas premisas, las mismas palabras. Un discurso muy parecido, como si se lo hubieran aprendido de memoria. Así que valgan como resumen las del capitán. «El resultado ha sido injusto, pero el Barça también tiene mérito por haber aguantado nuestras embestidas. El miércoles tenemos que salir de la misma manera en el Camp Nou», argumentó Casillas. «Las sensaciones que nos quedan son muy buenas» añadió Xabi Alonso.

El momentáneo silencio de Mourinho, explicó Karanka, no tenía por qué sorprender. «Es una dinámica que ya hemos usado, también en la pretemporada». Sabido es que al portugués no le gusta tanta sobrexposición –conferencia de prensa antes y después del partido– y, además, es partidario de que su segundo tenga más protagonismo en este sentido. Veremos quién toma la palabra en el Camp Nou.

Guardiola, por su parte, salió del Bernabéu más «satisfecho» que nunca. No escondió que se encontraron con dos goles, merced a la gran calidad de sus hombres y al «esfuerzo titánico» de éstos, más aún con «el ritmo que el Madrid había impuesto al partido. Ha sido una proeza», resumió. A él, pese al 2-2, el Madrid le causó «una muy buena impresión». «Nos costó entrar en el partido, nos presionaron muy bien, muy arriba, muy fuerte», argumentó Pep.