Ministerio del Interior
El sátrapa marroquí
El otro día, el director del periódico me decía que Ana Romero es una extraordinaria periodista de El Mundo que ficharía si pudiera, pero que Pedro J. se enfadaría. No le falta razón, no porque sea el director y pueda escribir esta columna, ya que es una periodista de gran calidad como ha demostrado, una vez más, con sus crónicas desde El Aaiun que tuvo que abandonar porque existía riesgo para su vida. El rey de Marruecos se comporta como un dictadorzuelo de opereta. No es más que un sátrapa caprichoso. Un digno heredero de su padre, Hasan II, que no respetaba los derechos humanos y que ocupó ilegalmente el Sáhara Occi-dental. Es muy grave la actitud marroquí y la expulsión de los periodistas españoles. Lo es que se cercene el derecho a la información, pero también la actitud indolente del Gobierno de Zapatero que permite la actitud prepotente de nuestro vecino. Es una sumisión intolerable. Los saharauis han sido abandonados a su suerte. Cada día que pasa es un éxito para Marruecos.
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