Desactivados 14 artefactos explosivos de las FARC en el suroeste de Colombia

La Policía Nacional informó en un comunicado del hallazgo y destrucción en el municipio de Cajibío (Cauca, suroeste de Colombia) de cinco artefactos con 15 kilogramos de explosivo R1 mezclados con metralla, pero no dio detalles sobre los responsables de su colocación.

Además, en una zona rural del municipio de Miranda, también en el Cauca, se descubrieron dos bombas de 40 kilogramos cada una escondidas en una papelera del campo de fútbol, confirmó a la emisora Caracol Radio el comandante de la Fuerza de Tarea Apolo de la III Brigada del Ejército, general Humberto Jerez.

Aseguró que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que siguen órdenes de "Sargento Pascual"fueron quienes colocaron los artefactos explosivos en el campo de fútbol.

En la misma zona tropas del Ejército, en coordinación con la Policía Nacional, encontraron de madrugada un campo con tres cilindros de 25 kilogramos cada uno con "tachuelas, tuercas, tornillos, para afectar a la población civil y a las fuerzas militares", declaró Jerez a RCN Radio.

Por ello, agregó, se decidió efectuar una "detonación controlada para evitar problemas, masacres, muertes y desolación".

En Jambaló, los artificieros desactivaron otros cuatro artefactos que iban a ser utilizados supuestamente por las FARC contra la Policía, dijo el gobernador del Cauca, Temístocles Ortega.

El general Jerez no descartó que la colocación de estos artefactos y los tres coches-bomba desactivados ayer en Miranda y en la zona rural del municipio de Pradera (Valle del Cauca) formen parte de una ofensiva de las FARC contra el suroeste del país.

Todo ello se produce tras los tres atentados registrados entre el miércoles y el jueves en Tumaco, ciudad portuaria del Pacífico, y el jueves en los municipios de Villa Rica (Cauca) y Cajamarca (Tolima), también en el suroeste del país, que causaron en menos de 24 horas 19 muertos y más de 75 heridos.

Los habitantes de Tumaco efectúan hoy una marcha por las calles del centro de la ciudad en contra de la violencia.

Mientras que las autoridades colombianas atribuyeron a las FARC todas estas acciones, el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, pidió ayer desde Washington que el Gobierno de Colombia garantice "investigaciones oportunas, exhaustivas e imparciales".