Cáritas multiplica por 25 su atención en Sevilla desde que arrancó la crisis

Sevilla- Por encima de las 80.000 peticiones. Cáritas Diocesana Sevilla, que el pasado año ya se vio desbordada por la demanda de ayuda con un aumento de un 120 por ciento sobre las cifras que se manejaban antes de la crisis, allá por 2007, cuando dicen que se vivía «por encima de nuestras posibilidades», este ejercicio verá crecer este porcentaje más aún, hasta cotas que llevan a la entidad a gastar más de lo que ingresa, según especificó su director Felipe Cecilia Franco. En 2011, Cáritas atendió a 71.383 personas. A corto plazo la previsión es que se superen las 80.000. Hace cinco años, la cifra era de 32.441. Es decir, en un lustro, desde el desplome de la economía, los casos de atención urgente se han multiplicado los guarismos –y los dramas personales que hay tras ellos– por 2,5.
El perfil de demandante es el de familias que se han quedado sin recursos en poco tiempo. Comida y ropa son las necesidades más acuciantes. Aunque también se echa una mano –cuando se puede– en el pago de la luz, el agua, alquiler de la vivienda o incluso en el pago de la hipoteca para evitar problemas con los bancos... La solidaridad cristiana.
El gasto en ayudas económicas directas y en atención primaria de Cáritas ascendió en 2011 a 2.033.000 euros de los casi seis millones de euros que recibieron de fuentes públicas y privadas durante ese periodo de tiempo. De los 39,9 millones del presupuesto de 2011 de la Archidiócesis, la Iglesia destinó 10,6 millones a acciones asistenciales a través de Cáritas (7,8 millones de euros), Manos Unidas (1,5 millones), Misiones (0,7 millones) y fundaciones (0,5 millones), según las cuentas del Arzobispado.
La atención en el Economato social de la Fundación Benéfico Asistencial del Casco Antiguo, formado por 36 hermandades, Cáritas parroquial de Omnium Sanctorum y la delegación de Familia y Asuntos Sociales del Ayuntamiento, también ha crecido un 56%, atendiendo a más de 700 familias (unas 250 más) a través de un convenio con la Obra Social de Cajasol.
Felipe Cecilia Franco, en el acto de entrega de la iniciativa «Euro solidario», que se mantendrá durante un año en un primer período, destacó la necesidad de apoyo de la sociedad civil ante la situación de desbordamiento. A este proyecto ya se han sumado los colegios de abogados, procuradores, administradores de fincas, graduados sociales, notarios y registradores de la propiedad, con una aportación de unos 9.000 euros mensuales de media.
Cecilia Franco calificó como «pionera» la iniciativa y expresó su deseo de que se extienda a otros profesionales e, incluso, a otras provincias. El decano de los abogados, que habló en nombre de los colegios solidarios, señaló que «los recortes deben hacerse respetando las partidas presupuestarias que afecten a aquéllos que se encuentran en las situaciones más precarias» a causa de la actual situación económica. «Estos ajustes presupuestarios, si bien necesarios, deben inspirarse en la justicia social. Pedimos que los recortes sean justos», señaló. La sociedad, añadió Gallardo, debe exigir justicia social a sus políticos, pero además, a título individual o a través de colegios profesionales u otras asociaciones o instituciones, se «apueste por ser solidarios». «Hay que actuar, además de exigir justicia», subrayó.

La sociedad civil da un paso al frente de 8.000 euros
El Colegio de Abogados de Sevilla, a través de la iniciativa «Euro solidario colegial», entregó ayer a Cáritas Diocesana 8.000 euros en concepto del primer pago mensual conjunto, en el que han colaborado también los colegios profesionales de Administradores de Fincas, de Graduados Sociales y de Procuradores. El decano de los abogados, José Joaquín Gallardo, reivindicó que los «recortes se apliquen con criterios de justicia social, que no se prescinda de lo imprescindible».