Valencia
El Mundial no ha terminado
El morbo va a alimentar la recta final del Mundial. Por distintos motivos, Lorenzo y Rossi no han podido «chocar» demasiado en la pista esta temporada y parece que el momento ha llegado. Las dos personalidades más fuertes del «paddock» se transforman cuando uno está cerca del otro, porque a Valentino no le gusta que amenacen su reinado y Jorge no sólo lo ha hecho sino que lo ha destronado.
Con el título ya en el bolsillo, Lorenzo no tiene nada que perder ante los retos que Rossi le proponga. En los dos últimos enfrentamientos directos (Japón y Malasia) el italiano ha salido vencedor, pero es cierto que su rival no apretó al máximo. Tenía el acelerador en la mano derecha y la calculadora en la izquierda. No podía arriesgarse a una caída que complicase el último esfuerzo hacia el campeonato. Ahora ambos están en igualdad de condiciones y no hay ningún elemento externo que perturbe su guerra, que se intuye bastante caliente en las tres últimas citas del curso (Australia, Estoril y Valencia).
Sus dos años de convivencia en el box de Yamaha han dado de sí lo suficiente como para que tengan muchas cuentas pendientes. El próximo año llegará el plato fuerte, cuando puedan atacarse sin tener que dar explicaciones a la misma fábrica, pero ellos no están dispuestos a esperar tanto. Jorge dijo nada más bajar del podio en Malasia que quería ganar las tres carreras que faltan, suficiente para que Rossi tenga preparada la venganza.
q El muro de Pink Floyd. Además, le mandó otro mensaje con las camisetas que todos los miembros de su equipo vistieron durante la fiesta de celebración. En ellas aparecía la famosa portada del disco de Pink Floyd titulado «The Wall» (el muro), en una clara referencia a la pared que «Vale» mandó levantar en mitad del taller, acusando a su compañero de aprovecharse de su trabajo y de copiar los datos de telemetría para ir tan rápido como él con la M1.
Rossi nunca pierde las formas fuera de la pista y, en cuanto pudo, en la vuelta de honor y en la ceremonia del podio, no desaprovechó ninguna ocasión para felicitar al nuevo campeón. A Lorenzo le costaba reaccionar, aunque acababa devolviendo el gesto. Él sabe que a pesar de las buenas maneras Valentino no le va a dejar respirar. Quiere recuperar el número uno en 2011, pero este mismo fin de semana en Phillip Island ya intentará derrotarlo.
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