Londres

Un puente improvisado

A falta de pan, buenas son tortas y para muchos de los afectados por el bloqueo provocado por los controladores aéreos en Barajas, buscar un plan alternativo al que les acababan de estropear ha sido la mejor manera de superar el disgusto.

El caos de Barajas impidió que muchos viajeros llegaran a sus destinos y los ha llevado a organizar otras opciones de ocio sobre la marcha
El caos de Barajas impidió que muchos viajeros llegaran a sus destinos y los ha llevado a organizar otras opciones de ocio sobre la marchalarazon

Turistas extranjeros y nacionales han revolucionado el puente en la capital, que pese a esperar una llegada masiva de visitantes como siempre estas fechas, se ha llenado con planes improvisados que han multiplicado la afluencia a los lugares más conocidos. Así, en el Museo del Prado, las colas daban la vuelta a la manzana poblada más por madrileños y visitantes de otras provincias cercanas que por los habituales de más allá de las fronteras. «Como no he podido irme a Moscú, me he acercado a ver la exposición de Renoir», comentó un madrileño mientras esperaba su turno. «Nosotros venimos de Alicante por tierra para coger un vuelo y como nos hemos tenido que quedar, aprovechamos para conocer Madrid», explicó un grupo de amigas que también esperaba en las puertas de la pinacoteca.
Otros muchos viajeros de tránsito que sólo debían hacer escala en Barajas antes de proseguir a su destino buscaron una forma de pasar las horas de espera fuera del aeropuerto. «Llevamos dos días esperando vuelo y esta tarde nos han dicho que no sale hasta mañana a mediodía, así que hemos venido al centro para despejarnos un poco antes de volver a hacer cola», contó Sonsoles, que viajaba a Londres desde Granada. Los otros «turistas accidentales» que ayer abarrotaron los puntos más conocidos de la capital fueron los pasajeros que habían pasado unos días en la ciudad y que, bien por el mal tiempo, bien por el caos aéreo, habían tenido que prolongar forzosamente su estancia.