Oslo

Las víctimas de las FARC exigen justicia ante el diálogo de Oslo

Los negociadores del Gobierno y la narcoguerrilla llegaron ayer a Noruega

Guerrilleros de las FARC en la selva
Guerrilleros de las FARC en la selvalarazon

Los familiares de 196 miembros de la Fuerza Pública que permanecen secuestrados se concentraron ayer en la Plaza de Bolívar de Bogotá con la esperanza de ser escuchados. La convocatoria fue hecha por varias organizaciones como la Fundación País Libre, la Asociación Los que Faltan, las Madres de la Candelaria y el Programa de Radio las Voces del Secuestro, con el fin de solicitar ser tenidos en cuenta durante las conversaciones de paz entre el Gobierno y las FARC, que comienza esta semana en Oslo.

Hace unos meses portavoces de las FARC afirmaron que no tienen secuestrados y que ya no realizan esta práctica. Sin embargo, familiares denuncian que todavía siguen desaparecidas miles de personas. «Es necesario aclarar qué pasó con sus padres, hijos, esposos o hermanos secuestrados desde hace tantos años y de quienes no se sabe nada. Es importante que en la mesa de diálogo se tenga en cuenta la voz de las víctimas», dijo Clara Rojas, directora de País Libre. La ex secuestrada aclaró que sólo en este año la narcoguerrilla secuestró a diecisiete personas.

Los participantes de la concentración llevaron «pruebas, fotos y documentos de sus allegados secuestrados, extorsionados, desaparecidos o reclutados» por las FARC. La jornada contó además con la presencia de funcionarios de la Policía Judicial, quienes recibieron las denuncias.

A ese respecto Consuelo González, representante del partido Liberal y ex secuestrada, aseguró ayer a LA RAZÓN: «Los señores de la narcoguerrilla tienen que empezar diciéndole la verdad de lo que pasó con los familiares de las personas que aún hoy no tienen noticia de su ser querido. Es un punto fundamental del proceso de negociación». Ayer una delegación llegó a Oslo para reunirse hoy en un lugar mantenido en secreto y sentar bases que eviten los errores de los procesos anteriores, con la esperanza de poner fin a cinco décadas de un conflicto que dejó centenares de miles de muertos y desplazados.

Esta etapa estuvo precedida por meses de contactos secretos en Cuba, donde proseguirán las discusiones. Noruega y Cuba son los garantes de las negociaciones, y Chile y Venezuela los países acompañantes.

En esta ocasión, existen factores que diferencian estas negociaciones de otros procesos. No habrá zona desmilitarizada ni tregua. De hecho, desde que se anunciaron las conversaciones, el Gobierno de Juan Manuel Santos ha abatido a 60 guerrilleros. Otra particularidad es la transparencia. Después de cada ronda habrá una rueda de prensa donde ambas partes anuncien los avances. El Gobierno busca el desarme, mientras que la narcoguerrilla tiene la intención de participar en la vida en política como un partido, además de conseguir amnistías para sus dirigentes.

Las FARC , por su parte, atentaron ayer contra dos torres de energía ubicadas en Tibú, un pueblo del departamento de Norte de Santander, y ordenaron un paro armado en una vía de ese misma región fronteriza con Venezuela. Estos hechos se registran sólo un día antes de que, según lo previsto, inicien los contactos en la capital noruega entre los negociadores del Gobierno colombiano y de las FARC, los cuales quedarán oficialmente inaugurados en las apariciones públicas de las partes el este miércoles.