Crítica de cine

«Cuando un hombre vuelve a casa»: Burbujas

Director: Thomas Vinterberg. Guión: M. Kauffman, M. Rukov y T. Vinterberg. Intérpretes: Oliver Moller-Knauer, Ronja Mannov Olesen. Dinamarca/Suecia, 08. Duración: 92 min. Comedia dramática.

«Cuando un hombre vuelve a casa»: Burbujas
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Vinterberg sabía que su regreso a la patria chica debía ser un ajuste de cuentas con la película que le hizo famoso y le condenó a convertirse en eterna promesa del cine danés. Que «Celebración» sea el material en bruto sobre el que se erige «Cuando un hombre...» nos indica que quiere em- pezar de nuevo –aunque la sordidez de la posterior «Submarino» desmintiera en parte tan nobles intenciones– remodelando su discurso sobre la orfandad, las familias disfuncionales y la reconciliación (o ruptura definitiva) con el padre. La cinta se organiza alrededor del encuentro entre un cantante de ópera que vuelve a su pueblo y un chico tartamudo, su hijo bastardo. Lo demás son palos en las ruedas de esta relación paternofilial que empieza como una historia de camaradería masculina y acaba cuando se descubre el secreto. Del estilo agresivo, de un documentalismo casi expresionista, de «Celebración», Vinterberg pa- sa a una puesta en escena más clásica, de luz cálida y textura tersa. Del aliento de destructiva tragedia de su ópera prima, pasa a un tono casi de comedia ligera, en la que las explosiones de ira son como burbujas de jabón. Pierde en trascendencia, en intensidad dramática, pero ha ganado en sentido de la diversión.