Diego Urdiales: «Salí muy fortalecido de Bilbao»

Diego Urdiales, un «currante» que se ha ganado un nombre en el mundo del toro a base de sudor, sangre y esfuerzo. Atrás quedaron las temporadas en las que hacía apenas media docena de paseíllos; momentos duros que sirven para valorar más los buenos. Se ha anunciado en las grandes ferias y su nombre suena para Otoño, en la que sería su cuarta tarde en Las Ventas. El diestro de Arnedo atendió la llamada de LA RAZÓN para valorar su campaña y todo lo que está aconteciendo dentro de la órbita taurina.

–¿Cómo calificaría Diego Urdiales su temporada hasta ahora?
–A grandes rasgos, muy positiva. No me puedo quejar mucho, porque estoy toreando y he podido hacer cosas buenas.
–Ha hecho tres veces el paseíllo en Madrid, ¿con qué se queda de ellas?
–Han sido tardes complicadas. El primer día, si el toro de Carmen Segovia hubiera caído antes, podría haber cortado alguna oreja. Las otras dos corridas, Parladé y Peñajara, fueron malas para triunfar, salieron toros que no permiten triunfar en esta plaza y a pesar de ello, hice cosas importantes que no sirvieron para obtener el resultado que esperaba.
–Dejando a un lado lo sucedido en Madrid, ¿cuál ha sido su mejor tarde este año?
–Ha habido varias tardes muy buenas, por ejemplo Dax (Francia), aunque la primera de Bilbao fue muy especial, salí muy satisfecho y muy fortalecido, me sentí a gusto como torero y disfruté con el toro de Victorino.
–La gente asocia su nombre a las corridas denominadas «duras», ¿puede que se le haya encasillado en este perfil de torero?
–Para nada, yo no creo que exista tal encasillamiento. Esta temporada sólo he matado una de las «duras», la de Victorino, el resto de corridas han sido de diferentes encastes y ganaderías.
–En cuanto a este verano tan «sangriento», ¿qué explicación da a tantas cornadas que se están produciendo?
–Son muchas cosas, nadie quiere perder el sitio y se arriesga más. También puede ser que a los toros se les mueve más y tienen que someterse a mucha «manipulación» por temas sanitarios, lo que puede generar sentido en los animales.
–A usted le han respetado.
–Sí, no me han corneado, pero sí he padecido golpes y lesiones por culpa de las palizas de algunos toros.
–La otra «cornada» que sufren los toreros es la crisis, ¿cómo ha afectado a su campaña?
–Como a todos, lo he notado con respecto a la campaña anterior. Ha disminuido el número de festejos y las posibilidades de torear se han reducido. Además, muchas figuras repiten actuación en ferias, lo que cierra las puertas para algunos toreros que están más abajo en el escalafón.
–Sobre la abolición en Cataluña, ¿corren peligro los toros en otras comunidades autónomas?
–Esperemos que no. La decisión del Parlamento catalán ha provocado que haya una reacción positiva entre aficionados y políticos. Muchos han salido en defensa de la Fiesta. Esperemos que sirva para evitar nuevas prohibiciones en potras regiones.
–Destaque un valor del mundo del toro que sirva para su defensa
–Todo en su conjunto: el arte, la pasión, pero sobre todo, el respeto que existe hacia el animal, nadie cuida el toro como la gente que vivimos en este mundo.
–¿Y sobre el futuro de la Fiesta?
–Lo importante es que prevalezca el sentido común y el principio fundamental de libertad, que todo ciudadano al que le gusten los toros pueda presenciar un evento sin ser molestado y sin que se vean recortados sus derechos.