La oposición pide al Gobierno tunecino que retire de la calle a los militares

En un comunicado, el secretario general del Etajdid, Ahmed Brahim, instó además a la creación de una comisión independiente que «investigue los hechos y determine responsabilidades en la escalada que ha llevado la situación a un nivel tan grave de deterioro».

Según las últimas cifras facilitadas el domingo por el Ministerio del Interior, en los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales han muerto 14 personas y al menos otras 20 resultaron heridas, principalmente en las regiones de Kaserin y Sidi Bouzid, en el suroeste del país. Fuentes de la oposición y de los sindicatos elevan por su parte a 35 la cifra de muertos.

El líder del Movimiento Etajdid –la única fuerza de oposición real con representación parlamentaria– consideró que la crisis actual «ha demostrado la incapacidad de las instituciones para gestionar el país».

Brahim instó a que se «separen las instituciones del Estado de las estructuras del partido en el poder», la Reagrupación Constitucional Democrática del presidente Ben Alí, y pidió «la apertura de un diálogo nacional con todos los actores políticos y sociales».

Los disturbios estallaron el 17 de diciembre cuando Mohamed Bouazizi, un joven de 26 años, se quemó a lo bonzo en Sidi Bouzid para denunciar abusos administrativos después de que la Policía le confiscara las frutas que vendía en la calle, argumentando que carecía de permiso para comerciar. El joven, un desempleado con estudios superiores, falleció el 4 de enero en un hospital de la capital tunecina.