Atenas
Alemania torpedea el plan de la UE de ampliar el fondo de rescate
Bruselas pretende dotarlo de dos billones de euros, suficiente para rescatar a España e Italia
Con una crisis económica que está dejando anticuados incluso los acuerdos aún sin aplicar, la UE se ha visto obligada de nuevo a un cambio de ritmo y a reconocer que ya está contemplando ampliar su fondo de rescate para apagar las llamas que cercan las grandes economías de la eurozona, como Italia o España, o para ayudar al maltrecho sector financiero europeo.
Ante la presión del resto de socios internacionales, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, señaló este fin de semana en Washington que «se está contemplando cómo incrementar el apalancamiento» del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) con cifras que algunos ya fijan en hasta los dos billones de euros en garantías.
En cualquier caso, Alemania ya se encargó ayer de salir al paso de esta información. Por boca de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que aseguró que no cederá ante la propuesta de aumentar la dotación del FEEF. En palabras de Schaüble: «Nosotros le dimos los instrumentos para que pueda intervenir en caso de ser necesario. Después, vamos a utilizarlo con eficacia, pero no tenemos la intención de reforzarlo», señaló.
Estados miembros en apuros
Actualmente, este fondo de rescate creado en mayo de 2010, y dotado con 440.000 millones de euros, está pendiente de contar con nuevas capacidades para que pueda dar créditos preventivos a los estados miembros en apuros, comprar bonos soberanos en los mercados o inyectar capital en la banca de los estados miembros. Sin embargo, los analistas han señalado desde el pasado 21 de julio, cuando se aprobaron estos nuevos poderes, que se necesitaría más pólvora para ahuyentar a los especuladores que han cercado a países como España y sobre todo Italia, que acumula una deuda soberana de 1,9 billones de euros.
Fuentes comunitarias explicaron a LA RAZÓN que el aumento de la capacidad del fondo a través del apalacamiento, es decir, usando el dinero de los estados como garantías para captar fondos en los mercados, ya empezó a discutirse en agosto en el grupo de trabajo del Eurogrupo. Sin embargo, añaden que el plan necesita «más concreción», aunque no descartan que para la próxima cumbre de líderes de la UE, el 16 de octubre, los jefes de los ejecutivos de la eurozona tengan algunas propuestas perfiladas.
Según la BBC, que tuvo acceso al plan en el que trabajan los eurócratas y las capitales, podría quedar ultimado en un plazo de cinco o seis semanas. La cadena asegura que este plan incluiría una quita para los tenedores de deuda griega del 50%, muy por encima del 21% acordado en la cumbre de julio, ante la constatación del enquistamiento del problema griego, abocado a una quiebra controlada. Por último, se incluye un plan para reforzar los bancos europeos más expuestos a las pérdidas ante un posible «default», como los franceses, muy castigados las últimas semanas en las bolsas por el peso de la deuda griega en sus libros.
En cualquier caso, la posible ampliación del fondo sentó bien a las bolsas europeas, que cerraron al alza. La italiana subió el 3,32%, en tanto que la de Fráncfort lo hizo el 2,87% y la española, el 2,56%. París también ganó el 1,75%, mientras que el de Londres subió el 0,5%.
Pero el entusiasmo que produjo la noticia en los parqués no despeja, sin embargo, la inestabilidad que sigue generando el rescate de Grecia, incapaz de convencer a sus prestamistas de su voluntad para llevar a cabo las reformas prometidas. La llamada «troika» (BCE, FMI y CE) volvió a retrasar su vuelta a Atenas para evaluar la marcha de las reformas que debe acometer el Gobierno, alejándose un poco más la entrega de los 8.000 millones que el Gobierno necesita en octubre para pagar salarios y pensiones. Altafaj dijo ayer que «se tienen en cuenta las necesidades de Grecia», pero insistió en que la «troika» precisa «claridad» en el programa comprometido con los griegos.
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