Nueva York
Lorca lo que aún no está escrito
La madrugada del 16 al 17 de agosto de 1936, Federico García Lorca era asesinado por un grupo a sueldo del Gobierno Civil de Granada. 75 años después todavía hay preguntas pendientes de respuesta sobre su vida y obra.
1 –¿Se conserva alguna grabación con su voz?
–Se sabe que existe una célebre grabación de García Lorca interpretando canciones populares al piano acompañado de la voz de Encarnación López, llamada «la Argentinita», aunque por ahora no hay rastro de su voz. El documentalista argentino Roberto di Chiara, ya fallecido, aseguraba en el año 2002 haber localizado un registro sonoro del poeta. Pero cada vez que alguien le pedía pruebas de tal aseveración, no había manera de que las aportase. Pese a todo, se sigue creyendo que podría existir alguna copia de las intervenciones del escritor en la radio.
2–¿Qué nos queda por conocer de su vida y obra?
–Faltan aspectos que mere- cen todavía ser estudiados. Aún, por desgracia, no ha aparecido el número de diciembre de 1918 de la revista «Renovación», dirigida por Antonio Gallego Burín y donde publicó por primera vez un poema, «Crisantemos blancos». Tam- poco existen rastro de la reseña que dedicó Miguel de Unamuno a su primer libro, «Impresiones y paisajes». Y hubo episodios de su vida que merecerían ser estudiados con más detalle como las tertulias que en los 30 se celebraban en el domicilio de Aleixandre y donde Lorca acudía con Cernuda o Morla Lynch. No se sabe nada de lo que parecía un club privado. Por otra parte, tampoco se tienen muchas noticias de sus relaciones con el escultor Emilio Aladrén o sobre Rafael Rodríguez Rapún, destinatario de «Sonetos del amor oscuro».
3 –¿Qué materiales lorquianos han sido destruidos o han desaparecido?
–En varias ocasiones, Lorca pidió a amigos que si le pasaba algo destruyeran lo que guardaban de él. Su íntimo amigo, Rafael Martínez Nadal, hizo caso a medias de esta demanda, echando al fuego algunas cartas, aunque conservó los originales de «El público» y «Así que pasen cinco años», asdemás de versos de «Romancero gitano, «Poema del Cante Jondo» y «Poeta en Nueva York». Tras el asesinato de Lorca, algunos amigos destruyeron cartas por miedo, como sucedió por ejemplo con Hemenegildo Lanz. La guerra también se llevó por delante los originales que tenía Rapún y parece ser también que parte de los guardados por Dalí. Mención aparte la merece el amigo estadounidense del poeta, Philip Cummings, quien «se cargó» un largo texto autobiográfico escrito por García Lorca durante su estancia en Eden Mills que era aparentemente crítico con el ya mencionado Dalí y Buñuel.
4 –¿Dónde está enterrado?
–Tras el fracaso de la búsqueda realizada en 2009, no parecía que existiera intención de volver a llevar a cabo un trabajo parecido. Pero los recientes descubrimientos del investigador Miguel Caballero, quien señala ahora otra zona, parece que están interesando a la Junta de Andalucía. Este lugar –ya señalado por dos testigos a este diario el 17 de agosto de 2009– fue el antiguo campo de instrucción en la zona de Víznar a Alfacar, lugar de enterramiento de las primeras víctimas de la represión. Lo que no está claro aún es que la Junta de Andalucía sufrague la nueva operación.
5 –¿Dónde podría existir más obra de Lorca?
–Parece que ninguna institución cultural española ha intentado estudiar y adquirir el importante legado literario guardado por Martínez Nadal con el paso de los años. En «Mi penúltimo libro sobre Federico García Lorca», Nadal afirmaba haber encontrado un baúl, el que dejó en Madrid tras su exilio, con varios manuscritos lorquianos. Hoy no se sabe nada de su contenido. También se desconoce si los herederos de Carlos Morla Lynch, el diplomático chileno del que recientemente se publicaron sus dietarios aún con censura, tienen más material lorquiano.
6 –¿Qué queda por publicar?
–Hay algunos detalles que podrán aclararse durante los próximos meses relacionados con su obra. Probablemente el más importante sea el poder conocer la versión definitiva de «Poeta en Nueva York». TF Editores publicará próximamente este trabajo que ha coordinado el profesor Mario Hernández y que se basa en los manuscritos lorquianos adquiridos hace unos años por la fundación que lleva el nombre del poeta. De esta manera se podrá fijar de una manera definitiva el texto, dejando a un lado las intervenciones de José Bergamín, primer editor del poemario. Otro documento importante que verá la luz en breve son las cartas que García Lorca recibió de Lorenzo Martínez Fuset, quien sería asesor jurídico de Franco durante la Guerra Civil y que entre los años 1916 y 1919 y desde Baeza se convirtió en uno de los mejores amigos del autor, además de servir en ocasiones puente con Antonio Machado. La totalidad del corpus lorquiano está al alcance de los lectores, pero se tienen noticia sobre todo de epistolarios que podrían aparecer. En este sentido, durante estos últimos años y repartidos en diversos archivos particulares, están publicándose nuevos materiales procedentes del archivo de Bergamín y de Morla Lynch, entre otros. Tampoco se ha publicado todavía la totalidad de las cartas recibidas por el poeta y que se guardan en su fundación.
7 –¿Pudo ser salvado?
–En el año 1983, José Roldán Cobos, un antiguo empleado del Gobierno Militar, afirmó al periódico «Diario de Granada» que llevó una orden de libertad para García Lorca. Sin embargo, cuando llegó a Alfacar escuchó tiros secos de mosquetón. Ya habían matado al poeta.
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