Galicia

Las facturas para el que venga

La Razón
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El candidato socialista triplica sus actos electorales diarios con a intención de que «el boca a oído» movilice la marea silenciosa de ciudadanos indecisos y logre que el domingo acudan a las urnas con la papeleta del PSOE. Rubalcaba, casualmente, ha iniciado este cambio de estrategia en Galicia, tierra natal de Blanco, la persona que inopinadamente más quebraderos de cabeza le está dando a causa del «caso campeón», una asunto grave de corrupción en el que el ministro se ha visto involucrado. Las encuestas propias advierten a los socialistas de que en esa comunidad no consiguen encandilar al electorado. Ayer, Blanco y el alcalde de Vigo celebraron un acto no previsto, que resultó un fracaso, pero en el que el titular de Fomento, que rehúye como puede la sombra de la corrupción, volvió a utilizar un acto de partido para anunciar inversiones con dinero público en Galicia, que se aprobarán en el próximo Consejo de Ministros. Y lo hace en el tiempo de descuento de la legislatura, a la vez que pide el voto, lo que no resulta nada ético ni estético. Blanco asegura que el PP celebra las encuestas, pero que el PSOE celebrará el triunfo electoral la noche del 20-N; al tiempo que da por hecho el triunfo de Rajoy cuando le pone deberes con las infraestructuras gallegas que él dejará pendientes de pago. Porque no dice que está disparando con pólvora del Rey ni que todo lo que anuncia ahora lo tendrá que pagar el próximo Gobierno.