Feria de Bilbao
Espeluznante cogida de Flores herido de cinco cornadas la más grave en el cuello
No nos habíamos llevado hasta entonces grandes alegrías, pero el impacto fue brutal. El cuarto novillo de Javier Molina apenas dejó lugar a Sergio Flores para la literatura. En uno de los primeros derechazos, le arrolló, se atracó de torero y lo lanzó por los aires. Durísimo animal.
Lo peor estaba por llegar, en el suelo le empitonó en el cuello y ciego el toro con él, arrebatado de codicia, le dejó la taleguilla hecha jirones y el cuerpo maltrecho. No sabíamos, no podíamos pensar, que en esas décimas de segundo le había herido grave en el cuello. Qué barbaridad, hubo más, cuatro cornadas redondearon la agresividad de lo vivido. Había dejado el mexicano buen sabor de boca con el primero que tuvo nobleza en la muleta y ganas de hacer las cosas bien el torero. Dio una vuelta al ruedo. Luis Gerpe (vuelta y silencio) debutaba en Madrid, y dejó buenas sensaciones. Otro aroma en su toreo, con personalidad en los remates y en la forma de componer. Consiguió retener al tercero, que quería rajarse y anduvo airoso con el sexto, de más movilidad. Adolfo Ramos (saludos, silencio y silencio) debutó con un difícil novillo e intentó lucirse con un ejemplar noblón. La tarde estaba marcada por el milagro de Sergio Flores y una variada y correosa novillada.
Parte médico: Herida por asta de toro en cuello de 15 cm. que contusiona carótida, tráquea y venas. Dos cornadas en muslo derecho de 15 y 5 cm. Otra en escroto y pene. Pronóstico grave.
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