Bravas diputadas por Paloma Pedrero

La Eurocámara ha pedido a la Comisión Europea que se decida a imponer este mismo año cuotas femeninas en los consejos de administración de las empresas, la vía voluntaria se ha revelado insuficiente. También se exige a los países comunitarios reducir al menos un 10 por ciento la brecha salarial entre hombres y mujeres, parece que la vía voluntaria ha sido muy deficiente.
 En fin, sin duda, son mayoritariamente las diputadas de la Eurocámara las que están convenciendo a los diputados de que o se exige y con plazo o no hay cambio que valga. Felicidades a las bravas diputadas por este paso, pues hay que pelear mucho, muchísimo, para conseguir que la mayoría de ellos se tomen con profunda prioridad la cuestión de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Llevo 30 años inmersa en un mundo masculino, el de la literatura, y doy fe de ello.
La mayoría de los hombres, incluso los muy pensantes, tienen miedo. Miedo a que las mujeres seamos libres. No conocen bien nuestra cultura íntima, pero tampoco parece interesarles mucho. Nuestros valores y capacidades no son las suyas, porque somos diferentes en cerebro y sustancias, pero ellos siguen pensando que lo suyo es superior. Sí, digámoslo sin tapujos. La mayoría de los varones están encantados con su género y los de su género. Se entienden entre ellos, se respetan, se divierten. Se matan, pero con gusto. Todavía la mayoría de los que dicen que la mujer se merece la igualdad lo hace con la boca chica. Doy fe. Por eso a grandes males, grandes remedios. Empecemos por las cuotas, que pronto llegarán los éxitos. Ahora es imprescindible la mano femenina para salir de este pozo que han cavado.