Cataluña

A Unió le preocupa que la consulta descarrile

Mas asegura que habrá referéndum en cuatro años «sí o sí»

A Unió le preocupa que la consulta descarrile
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Barcelona- Las choques entre Unió y Convergència son tan antiguos como la propia fundación de la coalición. Sin embargo, cuando las elecciones se aproximan los socios nacionalistas suelen minimizar sus diferencias para evitar la sensación de desbarajuste interno. Unió no es un partido independentista, nunca lo ha sido, de hecho. Es una formación partidaria de que España se organice como una confederación para acomodar a Cataluña, pero el ímpetu independentista de Artur Mas ha obligado a Unió a familiarizarse con el derecho a la autodeterminación que, recuerdan, forma parte del corpus ideológico de su partido. No obstante, a Josep Antoni Duran Lleida le gusta matizar que este derecho no es sinónimo de la independencia y puntualiza que la consulta «se puede hacer para ver cuál es el estado real de la opinión ciudadana».

Mas asegura que Duran y él están de acuerdo en consultar al pueblo de Cataluña, pero lo cierto es que en Unió no agradaron las declaraciones del presidente de la Generalitat cuando advirtió de que se iba a hacer un referéndum, hubiera o no hubiera cobertura legal. Pocos días después, el líder de Unió afirmó: «No vamos a cometer ningún disparate, no vamos a saltarnos la ley».

Las palabras de Duran fueron suficientemente explícitas, pero dirigentes de Unió consultados por este periódico las refuerzan. «Queremos ser la garantía de que el tren de la consulta no descarrile y de que el debate sobre el futuro de Cataluña se haga dentro de la legalidad», explican. Esto no significa que vaya a haber problemas para que CiU incluya en su programa electoral –sus bases se aprueban mañana– el objetivo del «estado propio» porque Unió ya ha incluido cláusulas para no precipitar el proceso, tales como «una mayoría social amplia» para evitar que la consulta sea el fruto exclusivo de un frente nacionalista formado por CiU y ERC.
Así las cosas, ambas partes de la federación se sienten cómodas para defender el nuevo rumbo. Evitarán en todo momento el concepto de independencia y vincularán el proceso a la aceptación de la mayoría social, a la legalidad y al ingreso en la Unión Europea. En lo que sí que hay diferencia es en el ritmo que se ha autoimpuesto Mas, empeñado en celebrar la consulta sobre la autodeterminación en la próxima legislatura y en buscar amparo legal de cualquier tipo. «En cuatro años habrá, sí o sí, una consulta al pueblo catalán», aseguró el líder de CiU ayer en una entrevista a «La Vanguardia».

Los caminos legales
La duda es qué ley puede facultar al Parlament o a la Generalitat para promover una consulta. Según Mas, ese marco podría ser la Constitución Española, la legislación catalana, una legislación internacional u «otros caminos para consultar al pueblo de Cataluña si todos estos fallan». El líder nacionalista también avanzó cuál es la pregunta que desea formular: «¿Usted desea que Cataluña se convierta en un estado de la UE?».

En toco caso, Mas despejó el futuro con claridad: «Los catalanes vamos a ejercer el derecho a decidir que es un hecho histórico, porque nunca hemos podido ejercerlo en libertad y en democracia». El líder nacionalista está convencido de que se podrá llevar a cabo la consulta y «ganarla con una mayoría clara». Hecho este trabajo, Mas se marchará.