Edurne Pasaban cumple su sueño

Madrid- «Gracias a todos, a todo el mundo que ha estado allí, a mi familia, a mis amigos, a todos los que habéis hecho posible que ascendiera los 14 ochomiles. Estoy emocionadísima», se oía por un «walkie talkie». A un lado estaba David Pérez, coordinador de «Al filo de lo imposible», en el campo base del Shisha Pangma. Al otro, en la cima de la montaña tibetana, a 8.027 metros de altura, Edurne Pasaban. La española, de 36 años y que comenzó en el alpinismo por la influencia de sus padres, cumplió ayer un sueño que empezó en 1998.El Shisha era la última de las catorce montañas de más de ochomil metros que le faltaba por conquistar. Ya las tiene todas, un éxito, aunque no haya llegado a tiempo de ser la primera mujer en conseguirlo. La coreana Eun Sun Oh lo logró el pasado 27 de abril, aunque alguna de sus ascensiones esté bajo sospecha.El grupo de Pasaban alcanzó la cima del Shisha a las 7:52, hora de España, sin ningún problema y disfrutando de un «tiempo inmejorable», según relata desde el campo base el médico de la expedición, Pablo Díaz-Munio. El ataque a la cumbre vino precedido de «un poco de preocupación», ya que durante la jornada del domingo sopló viento frío e intenso, aunque amainó por la noche. Al hollar la cumbre, la expedición se convirtió, tanto en la cima como en el campo base, en un «mar de lágrimas y abrazos», indica Díaz-Munio en el sitio web de Pasaban. El grupo comenzó el descenso sin incidencias.