Bilbao Basket
Deciden los de siempre
Llull y Tomic alivian las lagunas del Real Madrid y derrotan al Bilbao Basket, que nunca pierde la fe
Madrid- Los recursos del Bilbao Basket son muy limitados, pero a su fe y a sus ganas de competir les sucede todo lo contrario. Nunca deja de luchar, incluso cuando, como ayer, la sensación de inferioridad respecto a su rival le acompaña casi todo el partido. Varios momentos tuvo el Real Madrid para cerrar la discusión, y otras tantas veces se levantaron los de Katsikaris.
Subidos a los puntos de Banic, Mavroeidis y Vasileiadis, aguantaron los tirones blancos y hasta amenazaron con la sorpresa (63-61, min 34). No llegaron a ponerse por delante, pero habían estado tan lejos que su enemigo podía haberse asustado. Un equipo más sólido y con la confianza a tope, habría resuelto mucho antes, pero este Madrid es como es y no parece fácil cambiarlo. Completa rachas de gran juego e intensidad para poco después deshacerse y dejar que los de enfrente vuelvan a creer. Messina no pudo hacer nada para evitarlo y Molin se limita a que las lagunas aparezcan lo menos posible.
Como de costumbre, Llull y Tomic tiraron de los suyos. Ellos son siempre protagonistas en los minutos en los que el equipo acelera y disfruta. El escolta no estuvo del todo acertado en el lanzamiento, pero cuando entra en erupción es imparable. El pívot no tiene enfrente nadie capaz de pararlo bajo el aro, y aún así sus compañeros tardaron en buscarlo para que acabara con la resistencia bilbaína. En el derribo definitivo encontró la ayuda de Tucker, que después de varios partidos volvió a demostrar que su puntería es la que le ha permitido jugar al baloncesto profesional. Un triple suyo sirvió para casi bajar el telón (71-61, min 36), después de haber colaborado también a sofocar la última rebelión del rival (61-54, min 33).
El Real Madrid venía de disfrutar de hasta doce de ventaja (55-43, min 29), pero justo entonces le atacó el «hombre del mazo». Lo normal hubiese sido meter una marcha más y empezar a pensar en el segundo partido, y lo que hizo fue justo lo contrario: puso la cabeza en otro lado y levantó el pie. Exactamente lo que necesita el Bilbao Basket, un bloque más interesante que guapo, pero que sabe sacarse mucho partido. Si no, que se lo pregunten al Power Electronics Valencia.
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