Un saudí arrepentido alertó de las bombas enviadas por Al Qaida

Sólo exigió a cambio que no le investigaran. Al-Faifi fue liberado de Guantánamo en 2007, donde llegó después de ser capturado en Afganistán. Tras abandonar Cuba, fue internado en un programa de reinserción de insurgentes en Arabia Saudí. Pero decidió unirse a Al Qaida en Yemen cuando concluyó este «tratamiento». Así las cosas, este terrorista arrepentido dio la pista decisiva para detectar los explosivos que contenían 300 y 400 gramos de PETN, material suficiente para «haber causado daños considerables», según han confirmado fuentes del gobierno alemán a la agencia de noticias francesa AFP.

Mientras, las autoridades estadounidenses y yemeníes siguen la pista de la presunta terrorista que supuestamente robó la identidad a la estudiante detenida para realizar los envíos con los paquetes bomba. Y la verdadera Hanan Mohamed al Samawi, de 22 años, ha sido puesta en libertad.

Conforme avanzan las investigaciones sobre este complot terrorista, la Administración Obama sopesa ampliar el radio de operaciones de sus unidades militares en Yemen con un equipo de élite secreto al mando de la CIA. La entrada de esta unidad de comando especial a las órdenes de la agencia solucionaría muchos problemas a la Casa Blanca, según aseguraba ayer «The Wall Street Journal». De esta forma, se podría operar sin el consentimiento oficial del régimen de Saná, contrario a hacer públicos sus programas de colaboración contraterrorista con Washington debido al antiamericanismo creciente entre su población.

Pero de momento, Obama sólo tiene claro el envío a Yemen de «drones», aviones de ataque no tripulados, para llevar una campaña similar a la desempeñada en Pakistán en la frontera afgana.


Una bomba en Atenas dirigida a Sarkozy
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y las embajadas mexicana, holandesa y belga en Atenas eran los destinos de varios paquetes bomba detectados ayer en la capital griega. La Policía logró dar con tres de ellos, pero uno explotó e hirió levemente a una empleada de servicios postales. Dos hombres han sido detenidos. Se sospecha que los autores del envío pertenecen al grupo antisistema «Conspiración de Núcleos de Fuego». Nada que ver con Al Qaida.