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Mundial de clubes

Benzema y Cristiano hacen los deberes (4-0)

El Real Madrid goleó a Racing con suma facilidad. Demostró su capacidad de remate y buen juego

Benzema y Cristiano hacen los deberes (4-0)
Benzema y Cristiano hacen los deberes (4-0)larazon

Ni pasillo ni alirón. Goles, buen juego, toque, posesión de la pelota e intensidad de salida fueron los argumentos que esgrimió el Real Madrid para marcar las diferencias ante un Racing, defensivo, al que sostuvo Toño con sus paradas y que es muy inferior al equipo de Mourinho.

No salió el Real Madrid pensando en Moscú, en el frío que le espera el martes y en el rival europeo, el CSKA. Lo hizo pensando en que había que ganar al Racing, asegurar los tres puntos y refrendar la gran imagen que está dando el equipo en los últimos partidos. Mourinho les enchufó las pilas en el vestuario y antes de que Cristiano cabecease a la red (min 6) e igualase a Juanito en el ranking de goleadores, ya había avisado con un remate el portugués, en otro cabezazo al poste. Prueba de que había interés y ganas por hacer las cosas bien. Fueron veinticinco minutos en el campo del Racing, con llegadas de Kaká, Marcelo y Özil para regusto de los aficionados y de los que se quejan del toque. Fue un Madrid profundo y vertical, que obligó al conjunto cántabro a replegarse con sus dos líneas por delante de Toño, que volvió a estar inspirado.

Varane fue el central y Ramos ocupó la banda derecha, para ser más extremo que defensa. Cristiano se movió por todo el frente de ataque –comenzó en la izquierda y se fue luego a la derecha– para que Benzema demostrase su nivel. El francés es un maestro en los desmarques, en los apoyos, en el juego largo y en el corto. Fue el más incisivo de todos y suyo fue el segundo gol –en fuera de juego– tras una falta que Xabi Alonso sacó con picardía y que pilló a los defensas racinguistas descolocada.

Fue la última jugada de un primer tiempo bastante bueno del Real Madrid frente a un Racing que se asomó poco ante Casillas y que se quedó con diez por esas interpretaciones que hacen los colegiados de las manos. Se marchó Cisma al vestuario mientras su compañero Álvaro, que se había empleado con suma dureza ante Ronaldo, seguía en el campo.

No hubo sobresaltos para Mourinho. Su equipo no encajó un primer gol de los que escuecen y sus jugadores demostraron solvencia, facilidad en el toque y velocidad. Kaká, Granero y Özil casaron bien. Xabi Alonso, sin un marcaje pegajoso, brilló en la distribución del juego y la pegada de Benzema y Cristiano no hay quien la discuta. Suficiente frente a la buena voluntad del Racing, romo ante el gol, pero con un desgaste físico incomiable, pese a jugar en inferioridad todo el segundo tiempo.

Di María, tras dos meses de ausencia, tuvo media hora para probarse. Y para meter esos pases que rompen defensas y dejan a Benzema y Cristiano solos ante el portero. Además, se marcó un golazo para enmarcar. Cogió el balón en la banda derecha se fue hacia el centro y disparó con la izquierda de forma magistral. Era la sentencia cuando ya Mourinho, que no quería partir el equipo, había colocado a Khedira en el puesto de Granero.

El Madrid siguió su acoso, jugando a un ritmo tranquilo y administrando sus fuerzas. Toño volvió a lucirse ante Di María, pero no evitó el trallazo de Benzema. El francés cerraba la cuenta en un partido en el que el todo le salió bien a Mourinho. Con el Barça a trece puntos, no hay pesadillas.


Di María reapareció y contribuyó con un gol a la victoria
José Mourinho lo incluyó en la lista de convocados para enfrentarse al Barcelona en la Copa, pero era sólo para despistar. Di María estaba de baja y hasta ayer no pudo reaparecer. No había jugado todavía este año y lo hizo con ganas el extremo madridista. Casi las mismas que tenía Mourinho de hacerle saltar al campo. El argentino todavía no se había estrenado este año. Y lo hizo a lo grande. Con un golazo, que era el tercero del Madrid. Agarró la pelota en el costado derecho, se marchó hacia el centro, se la colocó con un toque y mandó la pelota al palo más lejano, el sitio que menos esperaba Toño. El «Fideo» ha vuelto.