Denver
Biden obligado a ganar el debate electoral frante a Ryan
El republicano Romney encabeza los sondeos tras vencer a Obama en el cara a cara de hace una semana en Denver
Por lo general, los debates entre los candidatos vicepresidenciales suelen quedarse en meras anécdotas dentro de las largas campañas electorales de Estados Unidos. Pero, la mala intervención del presidente Barack Obama en Denver (Colorado) del miércoles pasado convirtió en fundamental el debate de ayer entre Joe Biden y el congresista de Wisconsin Paul Ryan.
Moderado por la periodista de la cadena de TV Abc, Martha Raddatz, la victoria era vital para ambas campañas en un debate diferente al de la semana pasada. Primero, los dos candidatos se sentaron alrededor de una mesa como en un programa de entrevistas. Y, segundo, ambos se conocían antes del enfrentamiento de la época del Congreso al contrario que Romney y el demócrata.
La misión de Biden fue rescatar al presidente Barack Obama. Su partido diseñó una estrategia basada en frenar el empuje de la campaña Romney-Ryan, que lidera las encuestas nacionales y acorta posiciones en los sondeos de los estados indecisos.
Mientras, los republicanos supieron que si Ryan ganaba o empataba era suficiente para disfrutar del relanzamiento conseguido en Colorado. Al menos, hasta el próximo enfrentamiento la semana que viene en Nueva York.
Por ello antes del encuentro, Biden indicó que "he estudiado las políticas de (la campaña) Romney-Ryan). Quiero que todo sea lo más exacto posible", indicó el vicepresidente en clara referencia al debate de la semana pasada entre Romney y Obama. Entonces, el republicano ganó en estilo, aunque en contenido contradijo algunas de sus propias políticas. Pero, eso ya no importa: se comió la cámara y casi a Obama. El presidente, que dio la sensación de no haberse preparado la pelea, fue incapaz de puntualizar donde el conservador pronunciaba inexactitudes. Por ello, Biden estudió cómo atacar a Ryan y, sobre todo, a Romney en todos los asuntos que Obama no mencionó la semana pasada.
El propio demócrata reconoció en una entrevista con Diane Sawyer en la cadena Abc "tuve una mala noche. Y Mitt Romney tuvo una buena noche. Confío en que Joe sea Joe", en referencia a la famosa lengua afilada del vicepresidente de Estados Unidos, fundamental para ganar a Paul Ryan en el debate.
El congresista de Wisconsin sólo había participado en ocho debates hasta ayer. Pero, es famoso por su enfrentamiento a Barack Obama en 2010 en una de las reuniones que tuvieron los legisladores con el demócrata en la Casa Blanca. De esta forma, Ryan, presidente del comité presupuestario de la Cámara de Representantes, se preparó una intervención basada en criticar la recuperación de la economía y una defensa de los recortes de su plan.
Especialmente, su proyecto para relanzar el "Medicare"(programa que da cobertura médica a las personas mayores de 65 años).
Todavía así, la intervención del vicepresidente tuvo un gran riesgo para los demócratas. Los segundos de la carrera son conocidos como los "perros de ataque"del candidato. Pero, Biden es famoso por ir a veces demasiado lejos con sus expresiones y sus metáforas. Y ahí estuvo Ryan, dispuesto a provocar que el político cometiese alguno de sus famosos "gaffes".
Adiós 2012, hola 2016
La mala actuación de Obama la semana pasada hizo ayer que todo el mundo estuviese pendiente del debate. Durante 90 minutos millones de estadounidenses se sentaron frente al televisor para ver a los candidatos a vicepresidente: Joe Biden y Paul Ryan. Si el cabeza de carrera al que ambos acompañan pierde en noviembre, no necesariamente significa que sus respectivas vidas políticas estén también acabadas. Un fracaso de Mitt Romney, sin duda, pondría en bandeja las opciones políticas de Ryan para 2016. Y si Obama tiene que abandonar la Casa Blanca, el entorno cercano de Biden admite que el político de Delaware se siente con fuerzas para una nueva batalla en 2016.
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