Asturias

Humala promete acabar con la pobreza

Ayer Ollanta Humala, un militar retirado de 49 años, se convirtió en el primer presidente de izquierdas de Perú en casi cuatro décadas con el desafío de «acabar con el lacerante rostro de la exclusión y de la pobreza» en un país que crece aceleradamente.

El Príncipe de Asturias felicita a Ollanta Humala tras su toma de posesión como presidente de Perú
El Príncipe de Asturias felicita a Ollanta Humala tras su toma de posesión como presidente de Perúlarazon

Una de las preguntas clave en torno a su mandato es si aplicará el modelo que lo llevó a la victoria electoral. Si mostrará cintura y pragmatismo para aplicar una receta de centro derecha en términos económicos y de centro izquierda en el ámbito social. En otras palabras, ¿será Humala el Lula de los Andes?

Y es que el nacionalista alcanza la Presidencia con enormes desafíos por delante y frente a una gran oportunidad, estiman los analistas. La de colocar a su país en una senda similar a la seguida por Brasil la pasada década.

Su principal reto será entonces mantener ese crecimiento –apuntalado por una vigorosa actividad minera– y al mismo tiempo ejecutar su plan de inclusión, una agenda pendiente de sus predecesores en un país donde, según la Defensoría del Pueblo, heredará 217 conflictos sociales, de los cuales 139 siguen activos.

A este respecto, en sus primeras palabras como presidente señaló: «Honraremos los acuerdos comerciales con países amigos, Perú mantendrá una economía de mercado abierta al mundo».
En medio de aplausos y vivas de los congresistas, se refirió a «una patria inclusiva» como su gran reto, «que asumo ante mis hijos y todos los niños que son el futuro de esta Nación». Igualmente planteó la necesidad de que «la corrupción sea sancionada».

Asimismo, indicó que «reconoceré y respetaré la libertad de culto y de expresión y lucharé incansablemente por lograr la inclusión social de todos los peruanos, especialmente de los más pobres».

Como muestra de su compromiso con los distintos grupos políticos, el primer Gabinete ministerial, al que dio posesión un poco más tarde, mezcla liberales en las áreas económicas y políticos de izquierda en las áreas sociales. Su primer ministro es el acaudalado empresario Salomón Lerner Ghitis, su nuevo ministro de Exteriores es el intelectual de izquierda Rafael Roncagliolo y su ministro de Economía es el liberal ortodoxo Miguel Castillo.

Por su parte, el nuevo mandatario reemplaza en el cargo al populista de derechas Alan García, que no asistió a la ceremonia de posesión para evitar ser abucheado, según manifestó días atrás. García prefirió entregar la banda presidencial un poco más temprano al jefe de la Casa Militar en el patio del Palacio de Gobierno y se retiró a su residencia.

El nuevo mandatario peruano recibe un país de 28 millones de habitantes en pleno «boom económico», cuyo Producto Interior Brutao (PIB) creció un 8,8% en 2010, pero que tiene un tercio de su población en la pobreza. Sin experiencia en cargos públicos, Humala se ha constituido en toda una incógnita, aunque todo apunta a que el nuevo presidente se apuntará a la última moda en el continente: gobernar con un discurso de izquierdas y aplicar medidas de derechas.