La central de Garoña debe modificar su calendario de inversiones si prorroga su actividad hasta 2019

Burgos- La central nuclear de Garoña deberá modificar su calendario operativo y de inversiones si finalmente se prorroga su actividad más allá de la fecha de cierre fijada por el anterior Gobierno central, según afirmaba el responsable de Relaciones Externas de Nuclenor, Antonio Cornadó. Una Orden Ministerial que establecía el cierre en julio de 2013 era «muy estricta» e impedía algunas inversiones en cuestiones como programas de formación, planes de relevo y proyectos, que no se han podido realizar.
Cornadó aseguraba que, en el caso de que la vida de Garoña se prorrogara, Nuclenor adaptaría la planta nuclear burgalesa al «nuevo horizonte», con una modificación del calendario operativo y de inversiones, lo que supondría retomar las actuaciones que no se podían aplicar por la proximidad de la orden del cierre.
A estas inversiones, ha detallado Cornadó, habrá que sumar las actuaciones que se requieran como resultado de las pruebas de resistencia de las centrales nucleares que se han realizado tras el accidente de Fukushima.
Respecto a la posibilidad de que la Junta obligue a Garoña a pagar una «ecotasa», Cornadó ha recordado que Nuclenor siempre ha cumplido con sus obligaciones legales de todo tipo y que si se establece que tiene que pagar el tributo, se hará frente.