El de Velilla a golpe de reivindicación

No podía perderse una de las citas más importantes del año. Tras sus encontronazos con casi todo el tejido empresarial de la Fiesta, Julián López «El Juli» debía estar para dar un golpe encima de la mesa para que, de una vez por todas, se den cuenta del lugar destacado que debe ocupar en el toreo. Desde 2008 en Ávila no se batían en duelo en una plaza de toros José Tomás y Julián López, demasiado tiempo. Tan sólo tres fechas para el de Galapagar, pero cada una con su argumento.

En Badajoz ante El Juli, otra perenne figura frente a los años y las empresas, con la presencia de Padilla. Pero la inesperada y desafortunada cogida que sufrió en Granada parecía presagiar lo peor. Más de un mes de baja pronosticaron los médicos por una grave luxación de hombro, que finalmente, ayer, se convirtieron en apenas 15 días en un acto heroico. De nazareno y oro recibió al tercero. Siempre con suavidad, meciendo el capote para embarcar al toro. Media rematada en el infinito. La muleta a dos palmos del suelo, algarabía pública en los tendidos. Los cánones de su toreo en una de las fechas más importantes del año. Fueron cuatro, pero las orejas era lo de menos ante la dimensión que dio toda la tarde.