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Al Qaida reconoce que ayuda a los rebeldes libios

Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) ha reconocido que combatientes de este grupo terrorista han participado en acciones de guerra junto a los rebeldes en el frente de Libia.

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En un comunicado emitido a principios de abril, la rama de Al Qaida en el norte de África va más allá y asegura que sus efectivos fueron víctimas a principios de mes de un ataque aéreo de la OTAN durante un bombardeo en la ciudad de Brega, en referencia a los 13 muertos causados supuestamente por un error de la Alianza Atlática.

El grupo terrorista confirma de esta manera las informaciones que han apuntado a la participación de combatientes de Ben Laden en la guerra de Libia. Ayer, un funcionario libio negó que hubiera habido bajas civiles en los enfrentamientos en la ciudad de Misrata durante los últimos días. Según su versión, las fuerzas de Gadafi están luchando contra bandas armadas y simpatizantes de Al Qaida «que lo que quieren es destruir el país».

«Buenos musulmanes»
Uno de los líderes rebeldes, Abdel-Hakim al-Hasidi, ha reconocido que él mismo reclutó en el pasado a unos 25 hombres al oeste del país para luchar en el frente de Irak y que algunos de esos efectivos «están hoy en las primeras líneas en Ajdabiya». En una entrevista con un periódico italiano, Al-Hasidi apuntó que estos combatientes «son patriotas y buenos musulmanes, no terroristas», pero añadió que «los miembros de Al Qaida son también buenos musulmanes y están luchando contra el invasor». Este punto de vista vendría a dar la razón al dictador Gadafi cuando dice que detrás de la revuelta está la mano de Al Qaida.

En una comparecencia ante el Senado norteamericano, el comandante del Cuartel General Supremo de la OTAN en Europa, el almirante estadounidense James Stavridis, aseguró que había «destellos» de Al Qaida en las filas de los insurgentes que luchan contra Gadafi. Esta declaración vino a sembrar de dudas la estrategia de la coalición internacional, y especialmente de Estados Unidos, sobre la idoneidad de apoyar militarmente a los rebeldes.
El periódico argelino «L' Expression» publicó que los alzados anti gadafistas han vendido armas requisadas a las fuerzas del dictador libio durante la guerra a miembros de Al Qaida.

Según este rotativo, que cita fuentes del aparato de seguridad argelino, los islamistas radicales también habrían comprado a los rebeldes misiles y armamento pesado. «Al Qaida continúa reclutando combatientes en territorio libio y está preparando una guerra contra el régimen de Muamar Gadafi», aseguraba el periódico argelino. «La amenaza es real, no es en absoluto exagerada», indicó a la agencia Afp Eric Denécé, director del Centro Francés para la Investigación sobre Inteligencia (CF2R). El Gobierno argelino ha mostrado su preocupación por un supuesto fortalecimiento del grupo terrorista en la zona a partir de la situación de inestabilidad que vive Libia.

Ayer se conoció que un terrorista de Al Qaida –acusado por otro detenido de implicación en atentados contra dos iglesias cristianas y un hotel de lujo en Pakistán en 2002– trabajaba también supuestamente para el MI6, el servicio de inteligencia británico, según documentos secretos hechos públicos por el diario «The Guardian». Se trata del argelino Adil Hadid al Jazairi Bin Hamlili, calificado de «facilitador, correo, secuestrador y asesino a sueldo de Al Qaida», que fue detenido en Pakistán en 2003 y enviado luego a la prisión estadounidense de Guantánamo Bay.

Gadafi apunta al puerto de Misrata
Los rebeldes libios denunciaron que Gadafi lanzó ayer otra ofensiva con bombardeos para controlar el puerto de Misrata, lo que ha provocado combates que han dejado al menos tres muertos. La situación humanitaria es «indescriptible», según un insurgente de nombre Sami, quien lamentó que «el hospital es muy pequeño» y «está lleno de heridos», la mayoría de ellos en estado crítico. La OTAN estudia designar un enlace en Bengasi para mejorar sus relaciones políticas con los rebeldes.