Un fuego provocado con «nocturnidad y alevosía»

No era la primera vez que la localidad de Fornelos de Montes (Pontevedra), formada por siete parroquias y de unos 2.000 habitantes, se enfrentaba al efecto devastador del fuego. Durante esta semana, varios pequeños incendios pudieron ser sofocados por los vecinos.

El fuego originado en la noche del pasado jueves tampoco era «un incendio complejo inicialmente», tal como reconoció ayer la Xunta gallega. Sin embargo, el viento avivó las llamas, atrapando a dos jóvenes bomberos. Julio Fernández Da Silva, de 27 años, y Rodrigo Amo, de 35, perdieron la vida durante las labores de extinción.

Así, según Medio Ambiente, del 1 de enero al 8 de agosto han ardido en España 20.582 hectáreas de superficie forestal. Y en lo que va de verano, la Xunta estima que unas 2.000 hectáreas han quedado arrasadas sólo en Galicia.

Las causas se desconocen, pero políticos y sindicatos han sido unánimes: con casi toda probabilidad, fue provocado. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo sospecha que las llamas fueron provocadas «con nocturnidad y alevosía» y reafirmó su compromiso de «perseguir a los incendiarios». Por su parte, los conselleiros de Presidencia y Medio Rural, Alfonso Rueda y Samuel Juárez, coincidieron en apuntar que estamos ante un «acto criminal». Del mismo modo, Antonio Pimentel, portavoz de UGT, considera que «todo apunta» en esta dirección. Tanto el Rey Juan Carlos como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han pedido a Feijóo que traslade sus condolencias a las familias de los desaparecidos.

El fuego surgió en los alrededores de San Lorenzo, una de las parroquias de Fornelos, en torno a las 22:30 horas. Sobre las 22:49, según informó la Xunta, llegó la primera brigada, en la que se encontraban los fallecidos. Aún se desconocen los motivos, pero sobre las 23:05 se perdió el contacto con uno de ellos, informa Efe. En torno a las 00:10, fueron hallados los dos cuerpos. Los sindicatos consideran que el hecho de que el siniestro ocurriera de noche complicó las labores de extinción, unido a los «cambios del viento». «Llevábamos dos días con bastante vendaval», comentan en el pueblo. Finalmente, el fuego quedó controlado sobre las 11:00 horas de ayer tras arrasar cien hectáreas.

«Los vecinos todavía no se explican lo sucedido. Había luna llena y visibilidad, y por el perímetro circula una carretera. Además, el relieve de la zona es muy suave: las llamas se ven», comenta a este diario Juan Carlos, propietario de una casa en Fornelos. Muchos vecinos vivieron «pánico y miedo» y muchos fueron evacuados.

Amplia experiencia
Los lugareños creen que en la dotación podría haber gente «poco preparada». Pero no es así: Fernández Da Silva contaba con 5 años de experiencia, y Amo, con 7. Ambos trabajaban para la empresa pública Seaga. Según informó la Xunta, los bomberos partían de la localidad de Gondomar (Pontevedra), entre 30 y 40 kilómetros del lugar del siniestro

La Xunta no entra a valorar quién o quiénes han podido ser los causantes. Sin embargo, los vecinos creen que ha podido originarse por la acción de un ganadero o un cazador. «Es una zona muy seca y rocosa, que se utiliza para alimentar al ganado o como terreno de caza», afirman. «Si los montes no se limpian, ese matorral se desarrolla y puede albergar roedores y reptiles. Para evitarlo, lo ideal es quemarlo», añaden.

La política forestal en Galicia vivió un giro tras la victoria electoral del PP en 2009. Tras la crisis de 2006, con una oleada de fuegos por la región, los populares «rectificaron» la política de incendios, perteneciente entonces al BNG, y retomaron el plan de 2005.