Suerte echada en el Colegio por Sergio ALONSO

Lo siento sinceramente por los candidatos a presidir el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, pero la suerte está echada. La mayor parte de ellos es gente honrada, combativa y con deseos reales de mejorar la situación de la profesión. Alguno incluso goza de gran renombre en su especialidad y presenta una hoja de servicios intachable, labrada con toda suerte de méritos y esfuerzos a lo largo de su vida profesional. Sin embargo, tales avales no les serán suficientes para hacerse con el trono que dejó Juliana Fariña tras la denuncia pública de un cúmulo mayúsculo de irregularidades. Trono que ocupó rápidamente el ginecólogo Miguel García Alarilla, al ostentar entonces la vicepresidencia de la corporación. La regla no escrita para controlar el Colegio de Madrid, como muchos otros de España, indica que el candidato que no tiene detrás a una correduría de seguros no puede hacer nada, por muchas simpatías que suscite entre sus compañeros de profesión. En esta tesitora, Sonia López Arribas tiene todas las papeletas para alzarse con la victoria. Los pronósticos apuntan que obtendrá alrededor de 3.000 de los 7.000 votos que se emitirán el día 24. Uniteco, la actual correduría colegial, es una máquina implacable, capaz de empapelar un hospital de pasquines en menos de tres horas. Tiene medios sobrados para llegar a muchos colegiados y convencerles de las virtudes de su candidato. Los previsibles resultados que se producirán en el sufragio debe llevar a los futuros opositores a pedir cambios drásticos en la gestión del Colegio y en su transparencia. Ineludible es exigir también a la candidatura ganadora una declaración de bienes antes de entrar en la corporación y un compromiso de que hará públicos los contratos que firme.