Bochornosa conferencia

Rubalcaba ya empieza a tener lo que quiere. El debate se desplaza de la economía a ETA. En el ámbito económico el candidato socialista está perdido. Pero sabe que habrá un comunicado de la banda terrorista confirmando el alto el fuego y eso le da oxígeno. No le falta razón, pese a que el resultado de la autodenominada «conferencia» de ayer no puede ser peor: los mediadores internacionales usan el lenguaje de una de las partes al hablar de «actividad armada» y no de terrorismo; al instar a negociar con la banda en lugar de exigirle que deje de asesinar sin contrapartidas; al legitimar los crímenes por dar consideración «política» al conflicto; al pedir la celebración de un referéndum que es justo lo que siempre quiso ETA; al ofrecer argumentos a la organización criminal para volver a matar si no se logra lo que pide. Todo ante la presencia del PSOE, obsesionado con que un comunicado etarra le salve las próximas elecciones. Se logra así que dejemos de hablar del paro y que vayamos adónde le gusta a Alfredo.
Tiene razón Mayor Oreja: «Es una fase más de un proceso pactado». Una calculada maniobra, en contenido y fecha, que lo único que hace es equiparar a víctimas con verdugos. La paz «sin vencedores ni vencidos» que nos anuncian es en realidad «la paz de ETA». Luego gana ETA. Gana Bildu. Y gana Rubalcaba. Y pierden las víctimas, los mil asesinados por el terrorismo etarra.
Dicen con razón las (únicas) víctimas que lo que se merece ETA es un Núremberg para condenar internacionalmente su tortura y sus crímenes. Tienen razón. En lugar de eso le dan un aval democrático con apariencia de cumbre mundial. Para este bochorno de «conferencia» se podían haber quedado en su casa Currín y compañía.