Londres

Los orangistas desfilan por Belfast con restricciones para evitar disturbios

Miles de protestantes norirlandeses de la Orden de Orange desfilarán hoy por Belfast en un acto conmemorativo, entre fuertes restricciones impuestas para evitar disturbios.

Se espera que hasta 30.000 orangistas de Irlanda del Norte y otros puntos del Reino Unido asistan a la marcha en Belfast, que cierra la temporada de desfiles y conmemora el centenario de la firma en 1912 del Ulster Covenant, una declaración contraria a la concesión de un régimen de autonomía para toda la isla de Irlanda cuando estaba bajo control británico.

Los líderes comunitarios y los sindicatos han llamado a la calma para que el desfile de las hermandades unionistas, considerado de alto riesgo, transcurra hoy pacíficamente.

El comité organizador ha impuesto restricciones a la marcha para evitar disturbios, y, entre otras cosas, los orangistas solo podrán interpretar himnos religiosos (y no patrióticos o militares) cuando pasen por delante del punto más conflictivo de la ruta, la iglesia católica de San Patricio.

También se ha prohibido que a las órdenes orangistas, cuyo límite será de unos 2.000 integrantes en esa zona de Belfast, les acompañen allí sus seguidores, mientras que, por otra parte, solo se permitirá que unos 150 residentes republicanos participen en una manifestación para protestar pacíficamente por el paso de la Orden.

La iglesia de San Patricio, situada en Donegall Street, fue el escenario de una agria disputa mantenida el pasado julio entre sus vecinos y la Orden, después de que una banda orangista fuese acusada de interpretar música militar frente al edificio.

El desfile protestante pondrá fin a la temporada de marchas veraniegas con las que la comunidad unionista celebra la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne en 1690, desfiles que, a menudo, atraviesan zonas nacionalistas y desembocan en disturbios.

Este clima de enfrentamiento se acentuó a principios de este mes, cuando más de sesenta policías resultaron heridos en dos noches de enfrentamientos con jóvenes nacionalistas y unionistas provocados por una marcha orangista en el norte de Belfast.

Después de recorrer las calles de Belfast, la Orden de Orange tiene previsto concentrar a sus simpatizantes en los jardines del castillo de Stormont, sede de la Asamblea y el Ejecutivo autónomos norirlandeses, para participar en un acto lúdico al aire libre.