Lo sabe todo

El filósofo Sócrates es celebrado por hacer del reconocimiento de la propia ignorancia una virtud de sabios. Pronunció aquel demoledor «yo sólo sé que no sé nada» y, siendo fama que el viejo era sin duda el más clarividente de entre los pocos doctos del lugar, con su sentencia dejó a los que se las daban de listillos más a cuadros que una carta de ajuste ática. Desde entonces, para ser probo y ejemplar, los más avispados, prudentes e instruidos siguen aquella regla del «conócete a ti mismo» y no pierden de vista la verdad que encierra el asunto de la «docta ignorancia». Luego, La Rochefoucauld nos aclaró que hay tres clases de ignorancia: la ignorancia de no saber lo que deberíamos saber, la de saber mal lo que sabemos y la de saber lo que no se debiera saber. La ignorancia del Candidato Rubalcaba, parece vincularse a la… ¿tercera categoría?, si bien ignoro a cuál pertenece en realidad oyendo sus últimas declaraciones: «Sé lo que tenemos que hacer para generar más empleo». (Este candidato es tan sabiondo porque todos los demás somos idiotas perdidos).
Pero, en mayor o menor grado, todos somos ignorantes. Algunos lo reconocemos aunque sólo sea porque hacerlo nos evita caer en el ridículo más a menudo que si negásemos nuestra ignorancia. Otros, ocultan su ignorancia. Son los que quizás Pascal denominaría «pedantes», aquellos que habiendo salido de la ignorancia natural, –la consustancial a nuestra condición de homínidos más o menos erguidos de cuerpo y alma–, tienen un barniz de esa ignorancia que logra el sabio, –aunque sólo una ligera capa– y, pese a todo, se las dan de entendidos. Estos, dice Pascal, «molestan al mundo y todo lo juzgan mal».
«Mi ventaja es que yo lo sé todo sobre todos», aseveró el pasado año El Candidato Alfredo ante un magistrado del Tribunal Supremo. Nadie se lo discutió, teniendo en cuenta que él solito controla los servicios secretos del Estado (CNI, Policía, Guardia Civil…). Don Alfredo lo sabe todo sobre todos, y además sabe qué hay que hacer para crear empleo pese a haber gobernado mientras la cifra de parados superaba los más locos delirios de cualquier pesadilla económica aquí, en el corazón «pig» de UE. El Candidato Alfredo, ¡lo sabe todo!
Cita: «Este hombre debe ser un gran ignorante, pues a todo lo que se le pregunta da una contestación» (Voltaire).