Cuba
Detienen a tres etarras «balseros» en Venezuela
Los etarras Elena Bárcenas Argüelles, «Tigresa», Francisco Javier Pérez Lecue y José Ignacio Echarte Urbieta, permanecen retenidos por las autoridades venezolanas desde la noche del miércoles, al haber encallado la embarcación de recreo con la que pretendían entrar ilegalmente en el país caribeño en un enclave conocido como Los Roques, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.
Los tres 'etarras balseros' huyeron de Cuba y recalaron en Haití desde donde emprendieron su travesía en un barco que portaba bandera española, según informa la prensa venezolana, que cita fuentes de la Fuerza Armada Nacional (FAN) de Venezuela.
Estas informaciones añaden que la embarcación en la que los tres históricos etarras navegaban por el Mar Caribe era un velero, su nombre era el de 'Silver Clouds' (Nubes de Plata). Junto a ellos viajaba un ciudadano haitiano cuyo nombre es Sadir Allyn y el patrón del barco, un caboverdiano llamado Carlos Mendes, informa Ep.
La embarcación encalló en la isla venezolana de Los Roques tras sufrir problemas mecánicos. Al parecer, alguno de los pistoleros tuvo serios problemas para ganar la costa y estuvo a punto de morir ahogado. Fue tras ser auxiliados cuando efectivos de Guardacostas de la Armada de Venezuela les pidieron la documentación y comprobaron que no tenían permiso para acceder al país y fueron detenidos por entrada ilegal en territorio venezolano.
La investigación ha recaído en la Fiscalía VIII con Competencia Nacional en materia de inmigración y los tres etarras junto a sus dos acompañantes serán trasladados al Comando de Guardacostas del Puerto de La Guaira.
Según informaron fuentes de la lucha antiterrorista, las autoridades españolas tenían conocimiento de que Elena Bárcena, Javier Pérez Lekue, y José Etxarte habían abandonado Cuba a principios del mes de agosto porque así se lo trasladó el Gobierno de La Habana.
De los tres, el único que tiene causas pendientes es Echarte, en las investigaciones que el juez Velasco de la Audiencia Nacional realiza en relación con la participación de miembros de ETA en labores de entrenamiento en Venezuela a miembros de la propia banda terrorista española y de las FARC colombianas.
Las razones para abandonar la otrora isla-paraíso revolucionaria son de carácter económico, debido a las difíciles condiciones por las que atraviesa el régimen castrista y no para un «debate general». Las fuentes consultadas descartan que las decisiones que la banda pueda adoptar sobre la continuidad o la ruptura del alto el fuego puedan venir de Venezuela, ni de las cárceles de Francia y España en la que los miembros de ETA cumplen condena, sino que serán adoptadas, como siempre, por la «dirección». Los que están entre rejas o lejos de Europa, serán tenidos en cuenta, según las conveniencias.
«Tigresa» formó parte de uno de los últimos «comandos» de la rama «político militar» de ETA, el denominado «La Piedra», y se le imputa, entre otros crímenes, el secuestro y posterior asesinato del capitán de Farmacia, Alberto Martín Barrios, uno de los crímenes más siniestros de los cometidos por la banda criminal. Vivía en Cuba junto con su pareja, y también miembro de la célula, Rodríguez Muñoa, «Zippo», en una zona residencial de La Habana exclusiva para miembros del Partido Comunista castrista.
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