Bruselas

Moncloa trabajó en un texto de mínimos con todas las CC AA

Ayer se ultimaban los preparativos en el Senado para la Conferencia de Presidentes
Ayer se ultimaban los preparativos en el Senado para la Conferencia de Presidenteslarazon

Madrid- El Gobierno desplegó ayer una intensa ofensiva «diplomática» para conseguir unir hoy en la Conferencia de Presidentes a todas las comunidades, con independencia de su color político, alrededor de una declaración institucional genérica, de mínimos, podría decirse, en la que ratifiquen su compromiso con Europa y con el déficit. En la que se reivindique el Estado de las Autonomías y también la necesidad de perfeccionarlo con la racionalización de sus recursos y la eliminación de duplicidades. Más importante que el contenido en sí es el mensaje de unidad, según el Ejecutivo. Y para conseguir ese objetivo desde Moncloa se han hecho gestiones con todos los «barones», las últimas ayer mismo. En privado éstos sí se mostraron receptivos y con buena disposición ante la iniciativa. Ese clima se observó también en la reunión preparatoria de la Conferencia que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, presidió la pasada semana y a la que asistieron todos los consejeros de Presidencia, incluida la representante catalana.

De acuerdo con lo hablado de puertas adentro, la declaración debería salir adelante sin más problemas y con el apoyo de todas las autonomías. Pero al Gobierno no se le escapa que hoy entrará en juego el factor partidista y electoral, que cada presidente vendrá condicionado por su propia «parroquia», si no por sus intereses de partido, y que esto tendrá inevitablemente consecuencias en los discursos de unos y de otros. Para evitar tentaciones en los propios, la dirección popular volvió ayer a llamar a capítulo a sus presidentes para que mantengan su compromiso de respetar la unidad de discurso en relación al déficit y a la consolidación fiscal. Las críticas a los Presupuestos de algunos de los «barones» populares, caso de Aragón, Baleares o Valencia, no han sentado nada bien en Madrid. «La Administración central está haciendo muchos sacrificios para atender sus problemas y para tapar también los agujeros financieros de las comunidades. Es la hora de la corresponsabilidad», sostenían anoche en La Moncloa. Hasta Rajoy se implicó a última hora de ayer en la negociación con sus presidentes autonómicos para blindar el mensaje único y calmar inquietudes: con ellos se reunió en Génova, y también asistió Sáenz de Santamaría. Para el Gobierno sería muy dañino que sus propias comunidades alimentaran el ruido en una Conferencia pensada para vender unidad y fortaleza.

El jefe del Ejecutivo se presentará con un discurso en defensa de la austeridad por parte de las Administraciones Públicas. Reivindicará la urgencia del cumplimiento de los objetivos de déficit marcados por Bruselas y abogará por que los sacrificios que están soportando los ciudadanos se extiendan más a la gestión pública, es decir, a las instituciones. Habrá un llamamiento a la responsabilidad de todos y también una defensa del Estado de las Autonomías bajo esa máxima acuñada por el Ejecutivo popular de que «las comunidades no son el problema, sino parte de la solución». Sobre las reivindicaciones particulares –entre ellas la de la financiación–, Rajoy extenderá el mensaje de que la salida de la crisis depende de la acción concertada del Gobierno con las comunidades. Si de él depende, hoy no habrá choque de trenes de Cataluña. «Pero habrá que ver qué trae Mas a Madrid», precisa su entorno.

EL PRÍNCIPE ACOMPAÑARÁ AL REY
Don Felipe acompañará a Su Majestad el Rey al desayuno que mantendrá el Monarca con los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas, horas antes de despegar rumbo a Ecuador y Panamá. El encuentro en el Senado será a las 8:30 horas en la Biblioteca de la Cámara Alta. Don Juan Carlos será recibido en la puerta del Senado por Mariano Rajoy y el presidente del Senado, Pío García Escudero, y en el interior por Soraya Saénz de Santamaría y Cristóbal Montoro. Después, pasará a la Biblioteca, donde tomará un café de pie con los líderes autonómicos durante casi una hora. Don Juan Carlos no dirá ninguna palabra, ya que, según aseguran desde Casa Real, la función de su presencia es «darle solemnidad al acto».