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Barcelona sin pantalla pero con celebración

Barcelona sin pantalla pero con celebración
Barcelona sin pantalla pero con celebraciónlarazon

Madrid- Que España estaba en la final de la Eurocopa era un hecho, que todos los españoles podrían disfrutar de ello en una pantalla gigante en su tierra, en su ciudad, en la calle... no lo fue. Y es que, como viene siendo costumbre, los nacionalistas se emperran en atacar todo lo español. Más allá de lo meramente deportivo, diversos dirigentes políticos le arrebataron a sus ciudadanos la posibilidad de ver la final de su Selección en una pantalla gigante. Sobra decir que entre las motivaciones de estos políticos no se encuentra la de la crisis, ya que la mayoría de las pantallas instaladas están patrocinadas, ya sea por cadenas de televisión o marcas de coche.

El Ayuntamiento barcelonés, uno de los más beligerantes con esta cuestión, impidió que los ciudadanos se concentraran para ver el fútbol, pero no puedo evitar que lo celebraran en las calles, en concreto en la Plaza de España, donde 5.000 barceloneses se reunieron para celebrar el triunfo del combinado nacional con bengalas, banderas y cánticos.

Antes, mientras cientos de miles de personas disfrutaban del partido en sus grandes ciudades en una pantalla gigante, otros cientos tenían que idear sus propias fórmulas para verlo. Como en Barcelona, en Bilbao, San Sebastián o Gerona se negaron a instalar estas pantallas, pese a que fueron numerosas las peticiones que recibieron. Así, en Cataluña, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, reiteró las continuas peticiones que su partido hizo al Gobierno de Xavier Trias para que concediese a los catalanes los mismos derechos del que ayer gozaron cientos de miles de españoles. Peticiones que cayeron en saco roto.

Pero lejos de conformarse, fueron muchos los que se empeñaron en conseguirlo. Una insistencia que tuvo sus frutos. Aunque los barceloneses no pudieron ver el partido en el centro de la ciudad, contaron con tres opciones distintas para seguir la final en la calle: Badalona, donde finalmente no pudieron verlo por culpa de la lluvia; L'Hospitalet de Llobregat y Cornellá de Llobregat, donde también apareció la lluvia, lo que no arrebató las ganas de algunos de seguir a piede calle los avatares del partido. Sí instalaron televisiones de grandes dimensiones las otras dos capitales de provincia catalanas: Lérida y Tarragona.

El «no» de Bildu y PNV
Tampoco sorprendió a nadie lo ocurrido en el País Vasco, es decir, la decisión de los consistorios de San Sebastián (Bildu) o Bilbao (PNV), que decidieron no instalar pantallas gigantes. Algo de lo que no dudaron en hacer cuando el Athletic de Bilbao jugó la final de la Copa del Rey. También allí ,en las ciudades vascas, los aficionados al fútbol celebraron en las calles la victoria.

Y el resto de España, lejos de partidismos e intereses nacionalistas, disfrutó de la fiesta del juego y del espectáculo del fútbol, no sólo en gigantescas pantallas sino también en sus fuentes y plazas. 5.000 personas en Jaén, 10.000 en Valladolid, 3.000 en Ávila, otros 10.000 en León, decenas de miles en la capital, y así hasta el último rincón de España, cuya selección también reinó en las calles.

 

La bandera, De londres a Montevideo
Las ciudades españoles no fueron las únicas que se llenaron de banderas, cánticos y celebraciones. En Europa, en América, en Asia, el rojo y el gualda aparecieron en calles y plazas de medio mundo cuando el árbitro pitó el final del partido. La colonia española en Roma celebró lo que sus habitantes no pudieron, como lo hicieron por todo lo alto en Montevideo, en Mexico DF o en Londres, donde la Policía había cerrado la plaza de Trafalgar para evitar que los aficionados españoles entraran. En Milán, donde había pantallas gigantes para seguir la final en la plaza del Duomo, con el tercer gol se quedó vacía de italianos y llena de estudiantes españoles.