Mas busca entusiasmar al empresariado de Cataluña

Tanto que Mas incluso llegó a sonrojarse al líder de CiU porque se sentía jugando en casa. «Me he sentido halagado», aseguró Mas después de la amable presentación que le brindó el presidente de La Caixa, Isidro Fainé.

Durante más de una hora, el candidato de CiU a la Generalitat desgranó los detalles de su programa económico ante la plana mayor de los empresarios catalanes. Adelgazar la administración, moderar los tributos, apoyar la internacionalización y dar confianza a la economía volvieron a ser los principales ejes del discurso, que culminó con la exigencia de un pacto fiscal que permita a Cataluña gestionar sus recursos, como hace el País Vasco.

Sin embargo, Mas fue un paso más allá y apostó por reducir el paro a la mitad en cuatro años. Para evitar reproches a posteriori, el líder de CiU dio un toque de realismo a sus promesas al reconocer que no puede jurar que dejará la tasa paro «en un dígito».

«Menos épica y más práctica»
Pese a todo, no fueron las recetas económicas las que arrancaron los aplausos del empresariado catalán, sino la promesa de acabar con la limitación de los 80 km/h. «No vayáis a pensar ahora que no habrá límites, ¿eh?», tuvo que añadir Mas. Más allá de propuestas económicas, el líder de CiU insistió en su voluntad de conseguir una mayoría amplia que le permita gobernar cómodamente y no hacer «un gobierno de poti-poti». Mas tampoco olvidó referirse a las relación entre Cataluña y España y apostó hacerla «menos épica y más práctica» dada la «resistencia» española a construir un Estado «plurinacional».

Los incidentes de los antisistema en la huelga también fueron protagonistas de conferencia y también despertaron aplausos cuando Mas firmó que no dejará «pasar ni una a los vándalos».

Entre los asistentes se encontraba la cúpula de la Caixa encabezada por Fainé y el director general, Juan María Nin. También asistieron el presidente de Agbar, Angel Simón, y el director general de Abertis, Josep Martínez Vila, entre otros.


Duran flirtea con ser conseller
Josep Antoni Duran Lleida está dispuesto a volver a Cataluña, según admitió ayer en la cadena Cope. El portavoz de CiU en el Congreso flirtea con la posibilidad de convertirse en «conseller en cap» si la federación accede al gobierno de Cataluña tras las elecciones del 28 de noviembre. Los socialistas no dudaron en utilizar las declaraciones de Duran para desgastar a CiU a 55 días de las elecciones. Francesc Vallès dijo que la pretensión de Duran muestra que CiU renuncia a tener peso en Madrid.