ETA no negociará dejar las armas si no logra la anexión de Navarra

MADRID-ETA no se plantea desaparecer hasta que no se consiga un «Estado vasco» independiente, que incluya a Navarra, según los documentos que la banda ha enviado a su «brazo político» para que sirvan de guión al proceso de convergencia con Eusko Alkartasuna, al que pretenden sumar otras formaciones políticas.Tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición de ayer, los terroristas sólo ofrecen una «interrupción» de «actividades», frente a la desaparición y entrega de las armas que le exigen los Gobiernos central y vasco, y los partidos políticos democráticos. En dichos documentos, se establece un plan en siete fases, que se ha iniciado con la escenificación del acuerdo entre Eusko Alkartasuna y el brazo político de ETA, que, ahora, por conveniencias estratégicas, vuelva a denominarse oficialmente «izquierda abertzale». Todo el proyecto está supeditado a la anexión de Navarra al País Vasco, condición inexcusable para los terroristas, que advierten de que no están dispuestos a que se mantengan lo que llaman «partición».Las tres primeras fases, que son en las que nos encontramos, incluyen, en primer lugar, el «acuerdo de los grupos y formaciones para los que el futuro pasa necesariamente por la independencia y la creación de un Estado vasco». Se desarrolla en todos los aspectos, en especial el electoral para protagonizar la vida de las instituciones.En segundo término, se trata de establecer las bases del «proceso», pero de una forma condicionada para que todo se desarrolle dentro de lo marcado por ETA.Y, en tercer lugar, la aparición pública para presentar la propuesta, que es lo que ocurrió el pasado día 20 de mayo en Bilbao. El esquema no es rígido y la confluencia de otros grupos puede dar lugar a nuevos actos o manifestaciones.El cuarto paso sería el del inicio de la negociación entre el Estado y ETA, que deberían acordar las condiciones para que el «proceso» se pueda desarrollar como quiere la banda: sin actuaciones policiales ni judiciales, con los presos saliendo de las cárceles, la legalización de los partidos y las listas proetarras y, en general, el cese de la «brutal represión». Y lo que es verdaderamente importante: el Estado debería comprometerse a respetar lo que se acuerde en el «proceso», lo acepten o no la mayoría de los españoles, sea o no constitucional. «Este pacto incluiría, por parte de ETA, la interrupción de su actividad armada», dicen los documentos de los terroristas, que justifican los atentados como una consecuencia del «conflicto». Lo que queda claro es que si el Gobierno de turno no se aviene a ese acuerdo, los pistoleros seguirán con sus crímenes.Sometido el Estado, se pasa a la quinta fase, que la banda llama «Acuerdo Político Amplio», que alcanzan, no se explica cómo, los partidos políticos de las tres provincias vascas y Navarra. Incluye la reforma de los dos estatutos de autonomía con el reconocimiento de una sola Euskal Herria como nación. Los firmantes quedan obligados a defenderlo en todas las situaciones. ETA advierte de que no hay acuerdo posible sin Navarra, que no aceptará medias tintas ni formulaciones ambiguas ya que, en caso contrario, las puertas se cerrarían de nuevo y el «conflicto» continuaría.En la sexta fase, los nuevos estatutos serían aprobados por los Parlamentos de Vitoria y Pamplona, que no podrían modificar ni una coma de lo establecido en el «Acuerdo Político Amplio».Finalmente, en séptimo lugar, se llegaría al «Pacto para el Marco Democrático» y se celebrarían los referendos para unir «los cuatro territorios» (Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava). El acuerdo tendría la forma de «Estatuto Nacional de Autonomía» y se fijaría el calendario para la creación del «Estado vasco». En ese momento es en el que ETA se plantearía si se había superado la fase «armada del conflicto». Entonces podría desaparecer. O no.

EA conoce los documentos- Los documentos que ETA ha remitido a su «brazo político» forman parte del proceso de convergencia con Eusko Alkartasuna. La banda ha dado instrucciones para que este partido sea informado de su contenido.- Aralar, partido llamado a ser destruido políticamente en este nuevo proceso, no parece haber caído en la trampa que le habían tendido y ha comenzado a dar muestras de distanciamiento.

«Sin indicios» de que De Juana esté en VenezuelaEl presidente del Gobierno aseguró ayer que no hay «ningún dato, ninguna información», ni «ningún indicio» que «haga pensar» que el histórico dirigente de ETA José Ignacio de Juana Chaos, huido desde abril, pueda estar en Venezuela. Zapatero ratificó «con toda la contundencia» lo que indicaba a primera hora el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al señalar que la embajada no ha comunicado al Gobierno la presencia de De Juana en el país iberoamericano. La Cadena SER, citando fuentes de la lucha antiterrorista que trabajan en España y Francia, informó ayer de que el etarra podría encontrarse en Venezuela, y añadió que el Centro Nacional de Inteligencia sospecha también que el terrorista se ha fugado a este país junto a su pareja sentimental.