Cuestión de contundencia

Las estadísticas del España-Chile no mienten. A través de los números se puede adivinar que «La Roja» no exhibió un juego excelente, pero que su puntería le llevó con comodidad hasta los octavos de final. Chile disparó a puerta tanto como España y fue capaz de enviar un lanzamiento más que su rival entre los tres palos. El problema para Bielsa es que no fueron tan contundentes como España y por eso se fueron derrotados. Con el marcador todavía sin abrir las llegadas más claras fueron suramericanas, mientras a su rival le costaba encontrar el camino hacia el gol.Los de Del Bosque tuvieron más el balón, aunque este dato numérico no es del todo fiable. La victoria vino antes que la posesión, que fue utilizada por los españoles para mantener el resultado en el tramo final. Para entonces, Chile ya estaba con diez hombres y la derrota por la mínima les servía para seguir adelante en el torneo.David Villa y Fernando Torres no entraron demasiado en contacto con el balón, pero de un par de apariciones aisladas de los delanteros llegaron los goles. Iniesta fue un soplido de aire fresco, discontinuo, aunque muy eficaz. Cuando la pelota la tiene el barcelonista todo parece más fácil. El remate del segundo gol es un ejemplo de delicadeza sólo al alcance de los más grandes. Si sus músculos le dejan en paz será decisivo en los partidos eliminatorios.