Barcelona

Dos fuegos provocados arrasan 60 hectáreas en Viladecans

Unas 20 familias y 50 trabajadores, desalojados. Las lluvias provocan 150 salidas de los bomberos

La totalidad de las 60 hectáreas arrasadas en Viladecans eran de masa forestal, y no hubo daños personales ni materiales
La totalidad de las 60 hectáreas arrasadas en Viladecans eran de masa forestal, y no hubo daños personales ni materialeslarazon

Barcelona- Un día después del primer incendio importante del verano, declarado en Vilopriu, y antes de las tormentas que obligaron a los bomberos a realizar 150 salidas, dos fuegos simultáneos calcinaron unas 60 y hectáreas en Viladecans, concretamente en la montaña de Sant Ramon.Los Bomberos de la Generalitat lograron apagar por la tarde uno de los fuegos, mientras el otro entró en fase de control a última hora de ayer. En las tareas de extinción trabajaron trece unidades aéreas y 65 terrestres. El alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, dijo que «lo que queríamos era que las llamas no afectaran a los núcleos urbanos». Los primeros indicios de los Bomberos indicaron que ambos incendios pudieron ser provocados, ya que se iniciaron cerca de la carretera. Los dos fuegos obligaron a desalojar a 50 trabajadores de un polígono industrial y a una veintena de familias de la urbanización de Les Orioles. Pudieron volver a casa pocas horas después. Las carreteras de acceso a Sant Climent de Llobregat estuvieron cerradas al tráfico por la tarde. Por su parte, las lluvias por la tarde afectaron principalmente a las poblaciones costeras de Barcelona, donde numerosas rieras se inundaron.

«Los bosques están muy sucios»El alcalde Vilopriu, Fermí Puig (ERC), denunció ayer que el incendio declarado el miércoles en este municipio fue, en parte, «por culpa de que los bosques están muy sucios y no hemos recibido subvenciones para limpiarlos desde la última nevada». El incendio, que calcinó 100 hectáreas, estaba ayer controlado. Todo apunta a que el origen de las llamas fue una colilla lanzada desde un vehículo. Según Pi, «los bomberos tenían dificultades para caminar por los bosques, porque están muy mal, muy sucios, me refiero a zonas particulares, de gente que no es de aquí y que no se ha cuidado de sus terrenos». Añadió que «el verano pinta mal».