Manhattan

DSK abandona la cárcel y se traslada a una casa vigilada

Dominique Strauss-Kahn pasó ayer su primera noche fuera de la prisión neoyorquina de Rikers Island.

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Después de haber conseguido que el jueves el juez le concediera la libertad bajo arresto domiciliario, haber pagado el millón de dólares que le impuso como fianza y haber contratado una agencia de seguridad que le sometiera a la constante vigilancia que el magistrado disponía como condición para su excarcelación, el político y economista francés fue trasladado a una casa segura del sur de Manhattan.

Los abogados del ex dirigente del Fondo Monetario Internacional (FMI), acusado de violar a una camarera africana de 32 años de un hotel neoyorquino, debían comparecer ayer ante el tribunal para revisar si se habían cumplido las exigencias para su liberación. Todo estaba atado y bien atado, incluso el contrato de alquiler del apartamento que la esposa de Strauss-Kahn, la periodista francesa Anne Sinclair, se había encargado de buscar.

Se trataba de un piso, situado en el lujoso barrio Upper East Side de Manhattan que le iba a costar al acusado 14.000 dólares al mes. Sin embargo, según publicó el «The New York Post», los propietarios del piso la rechazaron cuando descubrieron que Strauss-Kahn se quedaría allí. Al parecer, un vecino «de alto nivel» del edificio se opuso a que el ex director gerente del FMI, de 62 años, se instalara allí. Estas dificultades retrasaron la salida de DSK.

Al menos las otras condiciones impuestas por el juez para poder tener la libertad bajo arresto domiciliario ya están bajo control, aunque a base de tirar de su cartera. Para su vigilancia, Strross-Kahn, ha contratado a la agencia Stroz Friedber, la misma a la que recurrió el ex financiero Bernard Madoff y que cobra entre 80.000 y 200.000 dólares al mes. A esos gastos, el acusado tendrá que sumar los honorarios a sus siete abogados del gabinete Taylor en Washington y Brafman en Nueva York, que cobran unos mil dólares la hora.