Pamplona
Juan Gracia Armendáriz: «Un escritor es insoportable enfermo y sano»
-«Diario del hombre pálido». Buen título para una de indios...
-Y de vaqueros. Yo prefiero ser piel roja antes que hombre pálido.
-Nos muestra en su libro el mundo del enfermo, del dolor, del hospital.
-Un mundo que nos cuesta ver. Por los pasillos blancos ronda la bicha.
-Un enfermo sólo quiere que le quiten el dolor. ¿No nos hace mejores?
-No lo creo. El dolor nos puede hacer insoportables.
-Escribir de todo lo que le pasa le ayuda a...
-Creo en el poder terapéutico de la literatura. Me ayuda a comprender lo que me sucede.
-¿El escritor es mal paciente?
-Un escritor es insoportable enfermo y sano.
-¿Cómo acaba siendo la relación con los médicos después de tantos años?
-De amor y odio.
-¿La enfermedad crónica nos convierte en amargados, rencorosos o...?
-Se pasa por fases: yo estoy ahora en la ataraxia, la quietud del alma que, según los estoicos, era el principio de la felicidad.
-El humor ayuda. ¿De qué color es el suyo?
-Negro, los hospitales inspiran mucho humor negro. Está en el libro.
-Dice que encuentra auténticas perlas. Sólo le falta decir que, para un escritor, estar enfermo es un chollo...
-No estoy todavía tan loco como para decir eso. Me refiero a las perlas escritas por Mann, Proust, Camus, Umbral, Cela...
-Le trasplantaron un riñón, le duró 20 años, y ahora espera otro trasplante. ¿Un riñón cuesta un riñón?
-Cuesta una entraña y la yema de la otra, por ser fino.
-Ha tenido dos citas fallidas para un trasplante. ¿Qué siente cuando le citan y se lo acaban dando a otro?
-La primera vez es un mazazo; la segunda ya me lo tomé con humor. A los cinco que estábamos esperando les propuse jugarnos el riñón a los chinos.
-¿Qué hace en las largas sesiones de diálisis?
-Leo, veo el correo, la tele, escribo, hablo, bromeo con las enfermeras.
-Me imagino que ya es un experto en el ligue de enfermeras...
-La enfermera es un mito erótico potente, pero no ejerzo de ligón. Soy fiel a mi mujer, aunque estar a dieta no impide ver el menú.
-Vive conectado a una máquina que esclaviza y depura por igual...
-No puedo vivir sin ella. Es un estado de libertad condicional perpetua. Al principio se llega a amar a la máquina, pero luego...
-Ya: no se siente correspondido; son todas iguales...
Con firma propia
Profesión: escritor y periodista.
Nació: en 1965, en Pamplona.
Por qué está aquí: por su libro «Diario del hombre pálido» (Demipage).
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