Estados Unidos

La línea roja de los 400 puntos

España ha cruzado el umbral de los 400 puntos. Y de nuevo pesa el interrogante sobre el rescate, pese a que Bruselas lo descarta. La prima de riesgo española, es decir, el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años, abrió la sesión de ayer con un nuevo récord desde la creación del euro y tardó apenas una hora en alcanzar los 404 puntos

 
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No basta el acuerdo que, a duras penas, han firmado demócratas y republicanos para agrandar el techo de gasto en Estados Unidos, como tampoco el segundo rescate griego ni las reformas planteadas por España o Italia.

Las dudas de los inversores no cesan y la crisis de deuda europea no da tregua. La prima de riesgo española cerró ayer en los 386 puntos y, muy cerca, la italiana se situó en los 371 puntos; Portugal y Grecia volvieron a ver cómo se disparaban sus cifras hasta los 875 y los 1.259 puntos, respectivamente.

Significa que el rendimiento que tiene que ofrecer el título español para que los inversores lo compren en lugar del germano, llegó a subir hasta el 6,4%. En Italia, ese interés se cifró en el 6,1%, mientras que en el país luso superó el 11% y en Grecia el 15%.

Aunque la mayoría de los economistas coinciden en que cruzar la barrera de los 400 puntos es peligroso, la situación española dista de la que registraron los ya rescatados. Grecia alcanzó los 553 puntos el 23 de abril de 2010, fecha en la que fue rescatada. Cuando Irlanda solicitó el rescate de sus socios europeos el 22 de noviembre del pasado año, su prima de riesgo se situaba en los 541 puntos. Y Portugal, el 7 de abril de este mismo año, redondeó los 500 puntos.

Los analistas apuntan que la solidez de España es mayor, así como su PIB, por lo que lo insostenible sería que ese diferencial, equivalente a una prima de riesgo de 400 puntos, en torno al 8%, se prolongara en el tiempo. En palabras de Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, «nuestro destino está unido al de Italia. Si cae un país, cae el otro y plantear el rescate de dos economías cuyos PIB suman 2,5 billones de euros es imposible, por lo gigantesco de la cantidad». Y, efectivamente, fueron España e Italia las que ayer vieron dispararse las dudas sobre su solvencia. La preocupación pasa además, como advirtió el economista Juan Iranzo, porque «por cada 100 puntos básicos que sube la prima, se impide la creación de 160.000 empleos en España y el coste alcanza los 12.400 millones en intereses anuales», según cálculos del BBVA.

Para la experta en banca de Renta 4, Nuria Álvarez, la clave de la escalada de ayer de la prima española pasa por la caída del sector manufacturero en EE UU: «Indicaría que la primera economía del mundo está a punto de entrar otra vez en recesión».